Esta sería una nueva modalidad en la que las organizaciones al servicio del narcotráfico camuflan la cocaína para evitar ser descubiertos por las autoridades.
Los capturados estarían sindicados de participar en el envío de más de siete toneladas de clorhidrato de cocaína a diferentes partes de América y Europa.
Estas actividades de entrenamiento naval refuerzan las capacidades de interoperabilidad de las Armadas, en pro de la protección de los intereses marítimos comunes.
En esta ofensiva contra las economías ilegales en el Pacífico, también fueron incautados insumos para el narcotráfico, combustible de contrabando y maquinaria de minería ilegal.