En la Catedral Castrense Jesucristo Redentor, se celebró la Eucaristía de posesión canónica de Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, como Obispo Castrense de Colombia, quien en adelante pastoreará los destinos espirituales de los Soldados y Policías de Colombia y sus familias.
Este nuevo encargo pastoral, designado por el Papa Francisco a través de bula pontificia, le otorga a monseñor Víctor Manuel Ochoa la autoridad de enseñar, gobernar y santificar a nombre de la Iglesia el rebaño de la comunidad castrense. Una diócesis cuya jurisdicción trasciende el territorio y que vibra en el corazón de cada Policía y Militar del país, en sus difíciles y particulares condiciones de vida.
Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, fue ordenado sacerdote por su Santidad Juan Pablo II el 5 de julio de 1986, durante el viaje apostólico del Pontífice a Colombia. Ya ordenado, adelantó en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino Angelicum, en Roma, la licenciatura en Filosofía y, más tarde, obtuvo el doctorado en el mismo centro académico. Entre 1989 y 2006, prestó su colaboración a la Santa Sede como Oficial de la Pontificia Comisión para América Latina. Fue director de la Domus Internationalis Paulus VI, casa de hospitalidad de la Santa Sede desde el año 2002, hasta su nombramiento por Su Santidad Benedicto XVI, como Obispo titular de San Leone y auxiliar de Medellín en 2006.
Fue distinguido con el título de capellán de Su Santidad el 15 de abril de 1995.
El 24 de enero de 2011, Su Santidad Benedicto XVI lo nombró obispo de la Diócesis de Málaga – Soatá y tomó posesión canónica de la misma el 5 de marzo de 2011. El 24 de julio de 2015, Su Santidad Francisco lo nombró obispo de la Diócesis de Cúcuta y tomó posesión canónica de la misma el 15 de agosto de 2015 hasta el mes de diciembre de 2020 cuando fue designado para el Ordinariato Militar.
Recogiendo las palabras de la Bendición Solemne del ritual de la Ordenación Episcopal, deseamos que “El progreso de los fieles, sea el gozo eterno de sus pastores”. Les invitamos a pedir al Señor que «Al Pastor no le falte la obediencia de su pueblo y al pueblo no le falte el cuidado de su pastor».
Fuente: Obispado Castrense de Colombia