Esta es la historia de un hombre colombiano, nacido en Yopal, Casanare, quien después de cumplir la mayoría de edad, con el firme interés de servir a su patria y definir su situación militar, se presentó para prestar servicio militar en el Comando Aéreo de Combate No. 2, ubicado en la vereda Apiay de Villavicencio, Meta, con la suerte de ser apto y dar inicio a la experiencia que le cambió su vida.
Fue hace 15 años que Wilmer Moreno portó el uniforme azul que lo identificaba como Soldado de Aviación de la Fuerza Aeroespacial, justo por esos conocimientos adquiridos y las capacitaciones que tuvo en su paso por la Institución, que sintió el deseo de que su vida estuviera alrededor de la aviación y por qué no, la militar.
A aquel joven después de licenciarse y cumplir durante 18 meses su compromiso con la patria, se le presentó la oportunidad de capacitarse por Ecopetrol en Combustibles de Aviación en la Escuela de Terpel, por otros 18 meses, al finalizar el entrenamiento, se enteró que en la entonces Fuerza Aérea estaba abierta la convocatoria para esta área y, sin dudarlo, se presentó como civil para ocupar el cargo de Operario de Combustible.
Luego de aprobar todo el estricto proceso de incorporación, siendo nombrado como funcionario de la Institución que lleva en su corazón y por la que un día juró bandera por defenderla, el 1 de noviembre de 2012 empezó a servir de una forma diferente, ahora se encarga de la importante misión del tanqueo de las aeronaves de forma segura para que puedan salir a vuelo a cumplir las diferentes misiones de salvar vidas, llevar esperanza a lugares apartados, brindar seguridad y luchar por la defensa del territorio nacional.
Wilmer textualmente asegura que “yo siempre le recomiendo a los jóvenes que no han definido su vida militar, que lo hagan, porque esto es una preparación frente a la verdadera realidad de la vida, esto le enseña a valorar muchas cosas, a amar otras y a darse cuenta que este entrenamiento que uno recibe es para un desarrollo positivo en las decisiones que se van a tomar para todas las circunstancias que traiga la vida”.
Después de iniciar su carrera como Operario de Combustible en el Grupo Aéreo del Casanare, donde pudo trabajar en su ciudad natal, fue trasladado a la Base ubicada en Tres Esquinas, Caquetá, para finalmente llegar a la Unidad donde todo inició, el Comando Aéreo de Combate No. 2, en esta Base Orgullo de los Llaneros que le enseñó dónde quería pasar el resto de sus días y donde continúa creciendo profesionalmente, a la vez que aporta su conocimiento para cumplir la misión de Volar, Entrenar y Combatir para Vencer.
Autor: Oficina de Comunicación Pública CACOM 2