Su constancia y persistencia en el comportamiento militar le permitió a la teniente Arias, ejercer un ejemplar liderazgo que es reconocido por sus subalternos y superiores.
La teniente Mónica Manuela Arias García siempre soñó con hacer parte del Ejército Nacional; desde niña tenía clara su vocación de servicio, y cuando tuvo la oportunidad no lo dudó ni un instante, se presentó a la convocatoria que hizo la institución a las mujeres que querían seguir la carreta militar.
Esta mujer heredó de su padre el amor por las armas, quien además era músico e hizo parte de la institución; en esa admiración por su valentía y constancia sobrepasó el obstáculo de no ser admitida la primera vez que se presentó en la Escuela Militar de Cadetes. Ella no se dio por vencida; todo lo contrario, eso la animó para continuar preparándose, y al año siguiente se presentó nuevamente, siendo seleccionada para seguir con el proceso de incorporación.
Desde su ingreso a la Escuela, siempre se ha destacado por ser una de las mejores alumnas; esto le mereció ser seleccionada como una de las primeras mujeres en ingresar y hacer parte del Arma de Caballería.
Durante su carrera ha estado en áreas de operaciones que le han permito poner a disposición de la población civil y de las propias tropas todo su potencial como persona y profesional de las armas.
Por todo esto y mucho más, en la ceremonia de la conmemoración de los 204 años batalla de Boyacá y los 213 del Ejército Nacional, la teniente Arias fue una de las mujeres condecoradas con la Orden al Mérito General José María Córdova, en el grado de Caballero, gracias a su patriotismo, disciplina, lealtad, honor, valor, abnegación y profesionalismo, virtudes que la destacan como una militar integral.
Autor: Agencia de Noticias Ejército