En desarrollo de operaciones conjuntas de las Fuerzas Militares, en coordinación con la Policía Nacional y con apoyo de la Fiscalía General de la Nación, se logró la neutralización en zona rural de Nóvita, Chocó, de alias ‘Uriel, cabecilla del ELN.
Durante la operación fueron incautadas dos pistolas, munición para fusil 5.56, 16 celulares, equipos de cómputo y de comunicaciones, así como documentos de interés para inteligencia de la Fuerza Pública.
Andrés Felipe Vanegas Londoño, alias ‘Uriel’, con 25 años de trayectoria delictiva en el ELN, tenía en su contra una orden de captura por homicidio agravado, secuestro agravado y rebelión y era uno de los objetivos de alto valor de las autoridades. Por información que condujera a su captura o neutralización se ofrecía una recompensa de hasta 500 millones de pesos.
Tenía línea directa con Pablo Beltrán, integrante del Comando Central del ELN, y utilizaba las redes sociales como plataforma mediática nacional e internacional para difundir las acciones criminales, planteamientos y propaganda de esta organización terrorista, en las cuales desafiaba de forma directa y constante al Estado colombiano con la intención de generar escenarios de desestabilización, sobre todo en los centros urbanos.
Alias ‘Uriel’ fue uno de los cabecillas del ELN que reconoció la autoría de este GAO en el atentado contra la Escuela de Cadetes de la Policía Nacional General Santander, en el cual fallecieron 22 héroes, y expresó la intención de dar continuidad a este tipo de atentados terroristas contra otras instalaciones militares o policiales en el país. Asimismo, advirtió que el Frente de Guerra Occidental no renunciaría a los recursos que percibe de la renta criminal del narcotráfico y aceptó la participación de las redes urbanas del ELN en los ataques violentos contra los CAI de Bogotá a inicios de septiembre.
Este individuo estaba señalado de liderar las “escuelas de colectivos” para el accionar terrorista del ELN en las ciudades, así como del reclutamiento de jóvenes y la formación de células urbanas y redes clandestinas encargadas del entrenamiento en el uso de explosivos contra la Fuerza Pública y la población civil.
Con la neutralización de este cabecilla, se contribuye significativamente a la reducción del reclutamiento forzado de menores de edad en las comunidades más vulnerables del Chocó, principalmente de las poblaciones indígenas, pues era quien lideraba la “Escuela Política de Jóvenes del ELN” a través del constreñimiento armado a sus víctimas. Asimismo, se fractura la línea de conexión entre el Frente de Guerra Occidental y el Frente de Guerra Urbano Nacional de este GAO.
Las Fuerzas Militares y la Policía Nacional mantendrán su ofensiva en todas las regiones del país, con el fin de neutralizar el accionar terrorista de los Grupos Armados Organizados y proteger a la población civil.