La joven hace parte de uno de los contingentes que este año también está conformado por mujeres.
A comienzos de este año, Daniela Matute Rivas hizo un viaje extenso en bus para acercarse a un sueño que tenía de niña. El recorrido inició en Turbo, Antioquia, su tierra natal, y continuó por Bogotá hasta llegar finalmente a Villavicencio. No conocía el Llano y quedó cautivada por los paisajes y la cultura.
El destino de la ruta era la Séptima Brigada del Ejército Nacional, la cual se ubica en esta ciudad del oriente colombiano. En territorio antioqueño, la joven había escuchado que en el Meta estaban incorporando mujeres para prestar el servicio militar. Un tío suyo, quien integra la institución, se lo confirmó y no dudó en armar maleta.
El mismo día que arribó a la Puerta del Llano, se acercó a la guarnición militar, donde le indicaron los requisitos y los documentos que debía alistar para iniciar el proceso. Pasó todas las pruebas y los exámenes y actualmente viste con orgullo el uniforme del Ejército.
Matute tiene 18 años de edad y estaba estudiando Contaduría en la Universidad Cooperativa de Colombia, en el municipio de Apartadó. La experiencia que está viviendo como soldado del Batallón A.S.P.C. No.7 ‘Antonia Santos’ le gusta, y dice que quiere hacer la carrera militar. Cuando termine el tiempo de servicio, pretende formarse como suboficial.
Sus padres y hermano, soldado profesional, ya conocen la decisión que tomó y le manifestaron el apoyo en este gran paso que dará en la construcción de su proyecto de vida.
«Yo vivía en un pueblito y ahí iban mucho los militares cuando era niña. Eso me daba curiosidad. Los saludaba. Cuando mi hermano prestaba el servicio, los domingos lo visitaba y observaba el entorno. Nunca veía una mujer militar y ahora que comenzaron a incorporar en el país, me motivé a intentarlo», comenta la uniformada.
En la Séptima Brigada, la soldado Matute hace parte de la Policía Militar y apoya labores de seguridad e incorporación en Villavicencio.
«El Ejército le enseña a uno a ser disciplinado y a comportase bien con las personas. A hacer las cosas bien. A mí me ha cambiado mucho como persona», expresa la antioqueña.
La uniformada motiva a los jóvenes de Colombia a prestar el servicio militar porque considera que es una oportunidad de vida para quienes tomen la decisión, además que ayuda en el futuro de las familias.
Autor: prensa - Cuarta División del Ejército Nacional