Son 13 las veredas fueron intervenidas con estudios no técnicos y desminado manual, para lograr la declaratoria de libre de sospecha de artefactos explosivos del territorio.
Aproximamente 3.000 personas habitan en el nororiente del departamento de Caldas, se trata del municipio de Marulanda, catalogado por Fontur como el pueblo que enamora. Este territorio de tradición ovina se destaca por la elaboración de ruanas, cobijas y almohadas producidas por artesanos que emplean 100 por ciento lana natural. En esta zona también se resalta la agricultura, ganadería y pesca.
Uno de los retos para descontaminar de artefactos explosivos el municipio fue emplear la técnica de desminado manual en una zona donde predomina el relieve montañoso y escarpado. Sin embargo, el profesionalismo, la disciplina y constancia de los soldados del Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario N.°5 del Ejército Nacional les permitió asumir la intervención de las veredas Mojellones, Las Peñas, Santa Clara, La Alejandría, Rincón Santo, Santa Rita, El Zancudo, La Laguna, Montebonito, San Isidro, El Páramo, Naranjal y La Suecia.
Leonardo Giraldo Botero, alcalde de Marulanda, expresó la gratitud del desminado humanitario del Ejército y agregó: «Estamos muy contentos de recibir esta certificación de ser un municipio libre de sospecha de minas antipersonal, algo que nos agrada y nos da tranquilidad, saber que los turistas nos pueden visitar, que los campesinos pueden labrar sus tierras sin tener el temor de la violencia, es algo que nos satisface. Queremos decirle al mundo entero que Marulanda es un territorio de paz».
Fueron cinco años de labores de desminado en las que se lograron despejar cerca de 50.000 metros cuadrados y declarar la sospecha de minas antipersonal en esa región caldense. Es de resaltar que, a través de reuniones con los presidentes de junta de acción comunal de las diferentes veredas, los habitantes aportaron información para descartar la presencia de artefactos explosivos.
«Desafortunadamente en años anteriores vivimos una situación muy dura en la cual no nos podíamos mover libremente. Teníamos mucha restricción por parte de los grupos armados y los minados que tenían sus reglas, en este momento ya lo podemos hacer, nos sentimos muy tranquilos, la situación nos mejoró bastante», mencionó Darío Alonso Zapata, líder de víctimas de Marulanda.
Los comportamientos seguros fueron difundidos y enfatizados por los promotores de educación en el riesgo de minas, para que niños y adultos no fueran a manipular el sistema de marcación o en el peor de los casos invadir un área de trabajo con sospecha de contaminación.
«Esa caracterización por parte del desminado humanitario de libre de sospecha de contaminación de artefactos hace que los turistas vengan y gocen de la naturaleza que nos ofrece nuestro hermoso municipio. Marulanda genera ovinos que son comercializados en Nariño, y posteriormente pasan al Ecuador. Básicamente suplimos ese mercado regional y nacional. Entonces Marulanda además de brindar ese destino turístico para nuestra población y todos los visitantes, genera una despensa agrícola y pecuaria para el país», destacó Marco Tulio Trujillo, gerente de la cooperativa Ovina de Marulanda.
Hasta el momento, 13 municipios caldenses han sido entregados por el desminado humanitario del Ejército Nacional, es decir, que sólo quedarían dos municipios pendientes, Samaná y Pensilvania, para declarar el departamento como territorio libre de sospecha de minas antipersonal.
La seguridad de los desminadores, estuvo a cargo de los soldados del Batallón de Infantería N.° 22 Batalla de Ayacucho adscrito a la Octava Brigada del Ejército Nacional.
Las Fuerzas Militares continúan con sus esfuerzos humanitarios de avanzar en brindar las condiciones de seguridad para que los campesinos puedan realizar sus tareas agrícolas en pro del desarrollo social y económico de los campos y veredas en todo el territorio nacional.
Autor: Octava Brigada del Ejército Nacional