La Fuerza Aérea Colombiana extendió sus alas nuevamente hasta el municipio de Nuquí, Chocó, donde más de 1.000 habitantes se beneficiaron de una jornada de apoyo al desarrollo, que cubrió los corregimientos de Termales, Arusí y Partadó.
Cambiar el bullicio de la ciudad, por la fresca brisa y el estrés del tráfico, por el vaivén de las olas del Pacífico colombiano, no debería ser una opción de unos pocos afortunados, sino la oportunidad para acercarse a comunidades muy necesitadas y ayudarles a cumplir sus sueños.
Esto fue precisamente lo que hicieron más de 40 voluntarios, quienes de manera desinteresada dejaron sus oficinas, consultorios médicos y demás lugares de trabajo en la capital de la República para llegar a este paraíso natural, con servicios y ayudas para la población.
La Fuerza Aérea Colombiana mantiene presencia permanente en el departamento de Chocó y uniéndose a esta causa, extendió sus alas nuevamente hasta el municipio de Nuquí, donde más de 1.000 habitantes se beneficiaron de una jornada de apoyo al desarrollo, que cubrió los corregimientos de Termales, Arusí y Partadó.
De manera articulada con varias instituciones públicas y privadas, el Comando Aéreo de Combate No.5, participó junto a la Armada Nacional, el ICBF y la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (U.S. Agency for International Development – USAID) en este encuentro denominado “Vamos Colombia” liderado por la Fundación ANDI, que se realiza por tercer año consecutivo y busca fortalecer los lazos de confianza entre las comunidades vulnerables de estas zonas apartadas.
Atención en especialidades como pediatría, ginecología, psicología, optometría y nutrición entre otras, así como talleres de recuperación ambiental, emprendimiento y creación de proyectos sostenibles, fueron los servicios ofrecidos durante todo un fin de semana a la población de estos tres corregimientos pertenecientes al municipio de Nuquí, Chocó.
Así mismo, con la Liga Nacional y la Federación de Surf, se realizó una nueva entrega de tablas que, llegaron desde el cielo, esta vez a bordo de un avión Casa-295 que despegó desde Bogotá para hacer realidad el sueño de cientos de niñas y niños que encuentran en este deporte, la oportunidad para salir adelante y ser personas íntegras, promoviendo de esta manera un mejor futuro para las nuevas generaciones.
Con actividades como ésta y desde el esfuerzo no armado su Fuerza Aérea Colombiana seguirá llegando a todos los rincones del país, llevando desarrollo a las poblaciones más apartadas, trabajando de la mano con aliados estratégicos, fortaleciendo así la seguridad a través de la confianza de las comunidades más vulnerables.
Fuente: Fuerza Aérea Colombiana