En el corazón del municipio de La Mesa, Cundinamarca, creció una historia de apoyo, disciplina y vocación que hoy inspira a los jóvenes de Colombia. Natalia y Sebastián Useche, dos hermanos con un sueño compartido, decidieron seguir los pasos de su padre y hermano mayor, en la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), un camino que les transformó la vida, convirtiéndolos en un ejemplo de dedicación y compromiso para todos.
Desde pequeños, los ahora alumnos de la Escuela de Suboficiales, se criaron en un hogar lleno de amor y valores, donde el ejemplo de su padre y hermano mayor, quienes prestaron servicio militar en la FAC, les inculcó el deseo de servir a la patria. Sus recuerdos de infancia están marcados por las visitas a la Base Aérea de Melgar, donde el orgullo de ver a su hermano en uniforme militar plantó en ellos la semilla de la pasión por la defensa del país.
«Descubrí mi amor por la vida militar gracias a la influencia de mi padre y mi hermano. Siempre me fascino este ámbito», expresó Natalia, quien eligió el curso de Seguridad y Defensa de Bases, que actualmente cursa junto a su hermano, en el Comando Aéreo de Combate No.1, como el primer paso hacia una carrera militar que imagina llena de desafíos y oportunidades. Sebastián, por su parte, destaca la importancia de la disciplina y el sacrificio en su decisión, afirmando que este curso es el más completo para aquellos que buscan una vida de servicio y adrenalina.
El camino no ha sido fácil, ambos hermanos enfrentaron un riguroso proceso de incorporación, que constó de pruebas psicofísicas, médicas, psicológicas, entre otras, las cuales pusieron a prueba su determinación. Sin embargo, el apoyo incondicional de sus padres, quienes siempre les enseñaron la importancia del trabajo duro y la honestidad, ha sido clave para alcanzar cada peldaño.
«Nuestros padres han influido en la formación de valores y principios. Su ejemplo de dedicación y sacrificio nos ha inspirado a esforzarnos por alcanzar nuestras metas», aseguró Sebastián, quien, al igual que su hermana, tiene claro que su mayor motivación es poder sacar adelante a su familia y ayudarles a cumplir el sueño de tener una casa propia.
Hoy, los hermanos Useche se preparan para enfrentar un futuro lleno de desafíos, con la firme convicción de que su elección fue la mejor decisión de sus vidas. Su historia es un testimonio de que, con amor, apoyo familiar y una vocación clara, se pueden superar todas las dificultades y alcanzar los sueños más grandes.
«Mi consejo para otros jóvenes es que, si realmente desean formar parte de esta institución, deben estar dispuestos a trabajar arduamente y superar los desafíos que se les presenten. No permitan que nada les impida perseguir lo que realmente desean en la vida», concluyó Natalia, reflejando el espíritu luchador y comprometido que caracteriza a los hermanos Useche, dos jóvenes que ya son un orgullo para su familia y para todo el país.
Autor: Oficina de Comunicación Pública CACOM 1