El año 1976 será recordado por la historia de Colombia como el año en el que las mujeres comenzaron a ser parte del Ejército Nacional.
La Subteniente Erika Chaparro hace parte de la Vigésima Octava Brigada, unidad orgánica de la Octava División, oficial que se destaca por su profesionalismo e integridad dentro de la unidad operativa menor, mujer que asume el reto como todas dentro de la fuerza haciendo frente al desafío de actualizar su doctrina militar, con el fin de poder ser ejemplo e incentivar a la incorporación y formación militar a las mujeres de la sociedad colombiana.
Las mujeres han dejado una huella imborrable en la historia militar de esta Fuerza, ganando con cada año un escalón más y siendo agentes transformadoras de un Ejército que está acorde con las doctrinas modernas, es por eso que la subteniente Erika Chaparro, comandante de la Compañía de Policía Militar No.28, asume y responde de manera excelente a su trabajo, aportando a la formación de cada uno de sus subalternos, además de ser excelente oficial, cuenta con habilidades deportivas y una condición física invaluable.
Ella se destaca de la mejor manera, siendo ejemplo y líder para cada uno de los soldados bajo su mando, en las actividades deportivas y operativas a realizar, donde da inicio en el día con el ejercicio de la diana, realiza su jornada de trote, animando y transmitiendo en cada uno de los cantos, el orgullo y la mística de pertenecer al Ejercito Nacional, así como también les transmite conocimiento y aprendizaje en cada una de las instrucciones militares y la realización de las patrullas perimétricas, de igual manera cabe resaltar que también lucha por el orden y la disciplina, el uso adecuado de uniformes de cada uno de los miembros de la institución, además de contribuir al cumplimiento de la ley en los controles y el respeto en las reglas dentro del cantón militar en Puerto Carreño, Vichada.
El profesionalismo y reconocimiento que se ha visto materializado en los logros que año tras año obtiene como mujer dentro de la fuerza, le permiten escalar cada peldaño y así querer llegar a los más altos grados de la jerarquía militar como lo manifiesta.
A ella, un reconocimiento especial por esa gran labor, porque ha demostrado estar lista para defender la nación con el mismo tesón y arrojo como lo hacen todas las mujeres colombianas.
Fuente: prensa – Octava División del Ejército Nacional