Paula Alejandra Socarrás Ladino, de 19 años, ha decidido seguir una tradición familiar que la inspira desde la niñez. Actualmente presta su servicio militar en la Escuela de Logística, haciendo parte del primer contingente del 2024. Para ella su dedicación no es solo un deber, sino un tributo a su familia, que ha servido al Ejército Nacional con orgullo y honor.
Socarrás Ladino proviene de una familia profundamente arraigada en el servicio militar. Su abuela trabaja en el Batallón de Intendencia Las Juanas, y su tío, ahora pensionado, desempeñó un rol esencial como jefe de Zapatería del Ejército, y su padre, sargento primero de la misma institución, es quien ha dejado la huella más profunda en su vida. Desde que era pequeña, lo ha visto como un héroe y su mayor inspiración. «Siempre lo vi como un ejemplo de valentía y dedicación», comenta afirmando el deseo de honrarlo y demostrar que es capaz de seguir sus pasos.
La trayectoria de Socarrás Ladino no ha estado exenta de desafíos, y su perseverancia la llevó a prestar el servicio en la Escuela de Logística, donde ha encontrado una nueva perspectiva y ha confirmado su pasión por la vida militar. Durante sus primeros tres meses en la compañía de instrucción, ha descubierto capacidades que no sabía que tenía. «La actividad física es dura, pero he aprendido que la mente puede superar cualquier obstáculo», reflexiona la soldado.
A lo largo de su formación, el apoyo de su padre ha sido fundamental. En los momentos de estrés o cansancio, una llamada a su mejor amigo, como ella lo describe, siempre la reconforta. «Él me recuerda que debo mantenerme enfocada en mi propósito y no dejarme vencer por las dificultades», cuenta con un gran gesto de gratitud en su rostro.
A corto plazo, Paula Alejandra planea completar su servicio militar con la mayor dedicación posible, llevándose recuerdos imborrables. A largo plazo, su objetivo es continuar su carrera como militar. Por ahora, el Ejército es su única meta y está decidida a alcanzar sus sueños.
Finalmente, Socarrás Ladino invita a todas las mujeres y hombres que consideren prestar su servicio militar a hacerlo con un propósito claro. «Es una experiencia enriquecedora y, aunque ponerse el uniforme no es fácil, tampoco es imposible», asegura. A pesar de los desafíos y las dificultades, está convencida de que es una oportunidad única para descubrir de lo que uno es capaz, «es una experiencia hermosa que, sin duda, los marcará para toda la vida».
Autor: Dirección de Comunicaciones Estratégicas