Un contundente golpe a las finanzas del Grupo Armado Organizado residual, GAO-r, Oliver Sinisterra fue propinado, el fin de semana, en desarrollo de una operación conjunta e interagencial entre la Armada de Colombia, el Ejército Nacional y la Fiscalía General de la Nación, con la destrucción de un gigantesco complejo para la producción de cocaína, localizado en zona discontinua del municipio de Tumaco, Nariño.
Guiados por información de inteligencia naval y en cumplimiento de una orden de allanamiento expedida por la Fiscalía, unidades del Batallón de Infantería de Marina No.40 adscritas a la Fuerza de Tarea Conjunta de Estabilización y Consolidación Hércules, junto con tropas del Batallón Contra el Narcotráfico No.4 e integrantes del Cuerpo Técnico de Investigación,-CTI, se desplegaron hasta la zona general del río Curay, donde fue ubicado el complejo compuesto por ocho estructuras dedicadas a la producción de clorhidrato de cocaína.
En el lugar, fueron hallados 1.365 kilogramos de clorhidrato de cocaína, lista para ser empacada y traficada de forma ilegal hacia países de Centroamérica y 746 kilos de pasta base de coca. Así mismo, se encontraron más de una tonelada de insumos sólidos, 615 galones de insumos líquidos, una caneca con 283 kilos de hoja de coca picada, 12 condensadores de filtrado de carbón al vacío, 12 hornos, una prensa hidráulica, un compresor, 4.320 impermeabilizantes, una embarcación empleada para el transporte de la planta eléctrica que suministraba la energía al complejo ilegal, entre otros elementos empleados para la producción del estupefaciente.
De acuerdo con la información de inteligencia, este complejo tenía capacidad para producir más de una tonelada de cocaína de manera semanal y pertenecería al GAO-r Oliver Sinisterra, que delinquen bajo el mando criminal de alias El Gringo, en el pacífico sur nariñense.
Con el desmantelamiento de este complejo para la producción de cocaína se evitó que ingresaran a las finanzas ilegales de esta estructura criminal más de 173 mil millones de pesos, producto de la comercialización del estupefaciente en países de Centroamérica y EE. UU., donde el valor se aproxima a los 45 millones de dólares.
Las estructuras, la droga y los insumos fueron destruidos de forma controlada en el lugar de los hechos, bajo estrictas normas de seguridad y conservando todas las medidas para la preservación del medio ambiente.
Fuente: prensa – Armada de Colombia