Durante 24 meses, siguiendo las directrices del coronel Óscar Armando Rodríguez Ruiz, primero como Segundo Comandante y Jefe de Estado Mayor y posteriormente como Comandante, los soldados de la Novena Brigada trabajaron sin descanso por consolidar al Departamento como un territorio seguro y ameno para la inversión.
En total fueron neutralizados 1.029 sujetos que actuaban en contra de las normas constitucionales.
El 13 de junio de 2017, tras laborar seis meses como Segundo Comandante y Jefe de Estado Mayor de la Novena Brigada, el coronel Óscar Armando Rodríguez Ruiz, recibió el mando de la unidad militar, concibiendo claras estrategias operacionales y de acción integral, que enmarcadas en los planes ‘Victoria’, ‘Victoria Plus’, ‘Fe en Colombia’ y ‘Horus’, le permitieron obtener importantes resultados.
Con metas estratégicamente diseñadas, lideró a los cerca de 5.000 hombres y mujeres para mantener el clima de seguridad. La primera acción fue combatir, sin tregua, los Grupos Armados Organizados, GAO, Grupos Armados Organizados residuales, GAO-r, los fenómenos criminales y los Grupos de Delincuencia Organizada, GDO.
Acciones ofensivas permanentes que han impedido que los GAO-r retornen a las antiguas zonas del Huila, así como la neutralización a las pretensiones de GAO como el Eln, de ingresar al Departamento, toda vez que éste es visto como un pulmón financiero y estratégicamente ubicado en el contexto nacional. Un trabajo de contención en las zonas fronterizas con los departamentos de Meta, Tolima, Cauca y Caquetá, que dio efectivos resultados.
No en vano, durante 18 meses de gestión, se logró la captura, muerte en desarrollo de operaciones militares y entrega voluntaria de 226 sujetos pertenecientes a los GAO – ELN y GAOr, el decomiso de 42 depósitos ilegales, 5.481 cartuchos y 82 proveedores, 112 armas (de acompañamiento, de corto y de largo alcance), la neutralización de 52 artefactos explosivos y 132 minas antipersonal y 28 labores de extinción de dominio, acciones que impidieron el rearme y el accionar de quienes a través de estructuras ilegales han pretendido afectar el orden público en esta próspera región.
No podría tenerse éxito sin la consolidación de un equipo de trabajo que articulara esfuerzos con los demás estamentos de seguridad del Estado, el Gobierno y el pueblo huilense; fue decisivo el acompañamiento y respaldo para lograr el éxito en las operaciones contra los fenómenos criminales y los GDO, acciones que redundaron en la captura de 781 sujetos por diversos delitos, la incautación de 12.152 kilos de estupefacientes, la erradicación de 255 hectáreas de cultivos ilícitos, la destrucción de 15 laboratorios para el procesamiento de alcaloides, 8.275 kilos de insumos sólidos y 4.019 galones de insumos líquidos.
Uno de los delitos que más ha afectado la región ‘Opita’ es el de la extorsión, de ahí que esta acción punible fue atacada sin descanso por los hombres del Gaula y fue posible gracias a la denuncia; valor ciudadano que redundó en la captura de 77 extorsionistas, evitando con ello el pago de $5.338.623.000.
Cabe destacar las labores de Desminado Humanitario. Durante el periodo de gestión fueron asignados 12 municipios para intervención, cinco de ellos (Gigante, Suaza, La Argentina, Garzón e Isnos) ya se encuentran libres de sospecha de contaminación de Minas Antipersona, Munición Utilizada Sin Explosionar y Artefactos Explosivos Improvisados. Se espera para el 2019 la asignación de seis localidades más.
En metros cuadrados, la labor de la unidad de Desminado logró definir un área de 461.988 en 24 zonas peligrosas, a la fecha se ha logrado el despeje de 110.216 entre los municipios de Tello y Baraya, avance significativo si se tiene en cuenta la presencia y accionar de estructuras ilegales en área rural de mencionadas poblaciones.
Nuestra Acción Integral
Cercano, comprometido con el bienestar de los colombianos de bien y solidario con sus necesidades, son las características de un Ejército que trabaja con ‘Fe en la Causa’.
Entre las acciones que se adelantaron en beneficio de la comunidad cabe destacar las Jornadas de Apoyo para el Desarrollo, en total se realizaron 33, la restauración de 15 instituciones educativas mediante el programa ‘Escuelitas de Color’ beneficiando a habitantes de los diferentes municipios del Huila, así como 15 obras comunitarias dirigidas a la población vulnerable, 44 actividades con comunidades étnicas y el apoyo a las víctimas del conflicto.
La labor social también estuvo dirigida a mantener viva la memoria de quienes han ofrendando su vida. Tanto el personal de la Fuerza Pública como de la población civil, son recordados mediante la instalación de placas In Memoriam, un llamado al no olvido.
Las alianzas estratégicas con entidades gubernamentales y no gubernamentales, resultaron un éxito en beneficio de los huilenses, gracias a esta simbiosis se logró el desarrollo de 16 obras de infraestructura, cinco ruedas de emprendimiento y el desarrollo de cinco proyectos productivos.
Las labores sociales no se detuvieron allí, la unidad militar siguió trabajando en pro del crecimiento huilense a través de su vinculación a programas culturales promovidos por entidades oficiales y privadas, participación en las festividades presencia en los ejes viales, acompañamiento a cafeteros y piscícolas en su trabajo de exportación y la pavimentación de 10 vías en un convenio interadministrativo con la Alcaldía de Neiva, así como la entrega y compromiso con el medio ambiente.
Gracias al trabajo triangular entre Fuerza Pública – autoridades de Gobierno y comunidad, se logró ‘blindar’ al Huila, seguir catapultándolo como un territorio ameno para la inversión, turísticamente atractivo y con la presencia de un Ejército Nacional dispuesto a seguir siendo el ‘centinela’ del progreso.
Fuente: Novena Brigada del Ejército Nacional