Un promedio de 800 soldados se capacita mensualmente en el Batallón de Entrenamiento y Reentrenamiento, Biter No.7 'José Miguel Pey Andrade', de Cubarral - Meta y alrededor de 12.000 al año, bajo los más altos estándares de calidad y exigencia, con el objetivo de cumplir con profesionalismo y responsabilidad la misión constitucional, fortaleciendo sus capacidades y habilidades para entregar lo mejor de cada uno al servicio del país.
"Nuestra misión principal es capacitar e instruir a todos los soldados de la Séptima Brigada y Trigésima Primera Brigada, en las áreas técnicas, tácticas, humanísticas y físicas, capacidades que le van a servir a los soldados para poder potencializar su labor en los departamentos del Meta y Vaupés, de esta manera garantizar la tranquilidad y bienestar de sus habitantes", asegura el teniente coronel Cristian Camilo Lesmes González, actual comandante del Batallón de Entrenamiento y Reentrenamiento No.7, adscrito a la Séptima Brigada del Ejército Nacional, en el municipio de Cubarral - Meta.
Durante su paso por estas unidades, los soldados cuentan con oficiales, suboficiales y soldados altamente calificados y certificados en instrucción militar, quienes tienen bajo su mando, la responsabilidad de formar integralmente al soldado colombiano, que prestará la seguridad en primera línea de combate, cumpliendo con las diferentes fases de entrenamiento, donde se fortalecen sus conocimientos, habilidades y destrezas para enfrentar los desafíos propios de la misión, enmarcados en la doctrina militar y el código de honor, principio fundamental en su desempeño, entrenándose con rigor y disciplina en el arte militar.
Su formación se realiza en pistas diseñadas estratégicamente para simular situaciones de la vida militar que incluyen pruebas físicas, orden cerrado, polígono, pistas de Derechos Humanos, DD.HH. y Derecho Internacional Humanitario, DIH, así mismo, pista de conducción en operaciones que los certifica para enfrentar con contundencia las diferentes situaciones generadas por los factores de inestabilidad que surgen en los territorios.
La vocación, mística y disciplina hacen parte del adn del soldado, quien asume su rol con total entrega y responsabilidad, conscientes de la importancia de su desempeño, porque cada uno de ellos representa la seguridad y confianza de sus compatriotas, orgullo de sus familias y la institución que forma hombres capaces de asumir con honor la misión de la defensa y soberanía nacional.
Fuente: prensa - Ejército Nacional