De acuerdo con información obtenida por agentes de inteligencia militar, estos individuos, al parecer, llevaban a cabo este tipo de actividad ilegal en la zona relacionados con el Grupo Armado Organizado residual, GAO-r, Estructura 48, Comandos de Frontera. Con este resultado dejarían de percibir un valor aproximado de 8.500 millones de pesos mensuales.
Mediante el desarrollo de operaciones militares conjuntas, coordinadas e interinstitucionales, lideradas por las Fuerzas MIlitares, se logró la destrucción de cuatro dragas y la captura en flagrancia de seis sujetos de nacionalidad brasilera, sindicados por el delito de explotación ilícita de yacimientos mineros en inmediaciones del río Purité, área no municipalizada de Tarapacá, Amazonas.
Aunado a lo anterior y en virtud del entrenamiento recibido por nuestros soldados, en el sitio donde se desarrolló la operación fueron incautados 25 motores, 8 motobombas, 20 grameras, 700 galones de combustible y 2000 gramos de mercurio, entre otras herramientas empleadas para realizar esta actividad ilegal.
Este importante logro fue posible gracias a la articulación de entidades gubernamentales de carácter departamental, organizaciones no gubernamentales defensoras del medio ambiente, entre otras instituciones que se sumaron a la causa de defender el pulmón del mundo.
Con la incautación y desarticulación de esta maquinaria, se logra asestar un golpe contundente a las finanzas de los grupos armados organizados al margen de la ley, que se lucran de actividades ilícitas como la minería ilegal, la deforestación y el narcotráfico. Este tipo de operaciones militares se encuentran enmarcadas dentro de las políticas del Gobierno nacional y buscan detener el daño ambiental en esta y otras zonas del país que cuentan con grandes fuentes hídricas, así como con una extensa cantidad de selvas y bosques.
Los capturados fueron extraídos vía aérea del sitio en donde se realizó la operación y llevados hasta el municipio de Leticia, en donde quedaron a disposición de las autoridades competentes.
Finalmente, la Fuerza pública consigue liberar un área estimada de 7 kilómetros del río que estaba siendo arrasado por las excavaciones, así como por el uso indiscriminado de mercurio y otros químicos que causan daños irreparables al medio ambiente, desviando el cauce natural del afluente, contaminando sus aguas y afectando la calidad de vida de las comunidades que se encuentran asentadas allí, así como a cientos de especies animales y vegetales que habitan en esta región. Se estima que los daños medioambientales provocados por estas redes dedicadas a la minería ilegal puedan llegar a ser de entre 30 y 40 años para su recuperación.
Las Fuerzas Militares seguirán adelantando operaciones militares conjuntas, coordinadas e interinstitucionales, con el fin de proteger y preservar el patrimonio natural que representa esta zona del extremo sur del territorio nacional, trabajando por lograr la desarticulación de los factores de inestabilidad que atentan contra la integridad de los habitantes de la amazonía colombiana.
Fuente: prensa - Sexta División del Ejército Nacional