Lo que parecía un procedimiento rutinario para las Fuerzas Militares se convirtió en una hostil asonada para impedir la neutralización de un complejo perteneciente a la estructura criminal Iván Ríos -Segunda Marquetalia- de la autodenomina Coordinadora Guerrillera del Pacífico. En la zona fue neutralizada un área minada con explosivos.
Mediante el desarrollo de operaciones ofensivas, enmarcadas en el Plan de Campaña Conjunto Estratégico Ayacucho -Tiempo 2- unidades de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules, ubicaron un laboratorio para el procesamiento de clorhidrato de cocaína sobre el sector de Alto Mira y Frontera, zona rural del municipio de Tumaco, Nariño.
Durante la maniobra de aproximación, los uniformados descubrieron que los alrededores del lugar habían sido acondicionados con elementos para detener el avance de las autoridades. Fue así como hallaron 34 minas antipersonal las cuales habían sido instaladas y estaban ocultas en medio de la vegetación de la zona, convirtiéndose en una peligrosa trampa no solo para la Fuerza Pública, también para la población civil.
El laboratorio, con capacidad para producir entre 3 y 4 toneladas de clorhidrato de cocaína mensuales, pertenecería al subsistema de finanzas ilegales de la estructura criminal Iván Ríos - Segunda Marquetalia de la autodenomina Coordinadora Guerrillera del Pacífico de las disidencias de las Farc.
Los hechos se presentaron en la vereda La Bodega, donde se inició un combate de encuentro contra integrantes de esta estructura criminal que se encontraban custodiando el complejo ilegal, quienes al verse superados, tuvieron que sacar todos los elementos y precursores utilizados para la elaboración del alcaloide por el rio Mira, el cual sirve como corredor de movilidad estratégico para estos delincuentes; así mismo, instrumentalizaron a la población civil, reuniendo entre 100 y 200 pobladores para que interrumpieran las labores operacionales de las Fuerzas Militares, destinadas a la destrucción de este complejo ilegal.
Consecuente con lo anterior, durante el registro de área se logró identificar que este laboratorio para la producción de clorhidrato de cocaína, poseía un sistema de defensa adecuado con 34 minas antipersonales y 17 iniciadores ubicados estratégicamente para ser accionados al ingreso de los soldados a la estructura ilegal.
Los uniformados hallaron más de 200 kilogramos de clorhidrato de cocaína, más de 5.000 galones de insumos líquidos y 200 kilogramos de insumos sólidos, como permanganato de potasio, cloruro de calcio y otros precursores químicos empleados para el continuo procesamiento del alcaloide.
Además, se evidenciaron herramientas y equipos como prensas hidráulicas, compresores, hornos microondas, electrobombas y marcianos, estos últimos conocidos de esta manera por su estructura metálica, conformados por dos antenas y empleados para la destilación del narcótico.
Este complejo estaría avaluado en más de dos mil millones de pesos, dinero con el cual, esta estructura criminal financiaba sus acciones criminales en contra de la población civil y la Fuerza Pública en esta zona del departamento de Nariño.
En la zona donde se produjeron los hechos, la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules continúan con el despliegue operacional con el objetivo de rastrear y ubicar más complejos para el procesamiento de droga y así seguir debilitando las estructuras logísticas y criminales de las disidencias de las Farc.
Autor: Comunicaciones Estratégicas COGFM