Subteniente Alicia Rojas, una de las cinco valientes mujeres desplegadas a lo largo y ancho del territorio nacional que contribuyen a la descontaminación de terrenos de minas antipersonal en Colombia.
La labor de descontaminar los territorios colombianos se ha convertido en una importante misión para el Ejército Nacional, institución que, a través de la Brigada de Desminado Humanitario del Comando de Ingenieros, trabaja incansablemente para beneficiar y dar tranquilidad a centenares de colombianos.
Esta lucha se ha dado gracias al desarrollo de las capacidades diferenciales que poseen los hombres y mujeres de la Divisa Púrpura, capacidades que además de contribuir a la construcción de infraestructura han aportado a la de salvaguardar las vidas humanas. Desde el 2009, los soldados de la patria vienen adelantando una labor delicada, pero necesaria, que se ha fortalecido con siete batallones en todo el país, dedicados exclusivamente a descontaminar territorios, mediante el trabajo de personal capacitado, profesionalizado en los procesos y estándares nacionales e internacionales, para cumplir con los compromisos adquiridos en la Convención de Otawa.
En esta labor titánica las mujeres cumplen un papel muy importante gracias a su naturaleza de dedicación, compromiso y total entrega. Son ellas pieza fundamental en la lucha contra estos enemigos silenciosos.
Con su carácter han logrado acercarse a la población civil de una manera más propicia, en aras de la confianza y de romper barreras invisibles que alguna vez existieron por el conflicto armado. Esto ha sido vital para aligerar y fortalecer el desarrollo de operaciones propias de desminado humanitario en las diferentes regiones del país.
Actualmente son cinco las mujeres que se encuentran desplegadas a lo largo y ancho del territorio nacional, utilizando sus destrezas y habilidades como líderes de desminado humanitario. Una de ellas es la subteniente Alicia Rojas, que hace parte de los más de 500 hombres del Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario No.6, y que, con tan solo 24 años, tiene como objetivo descontaminar, junto con los hombres que lidera, las tierras afectadas por las minas antipersonal en el suroccidente del país.
Esta subteniente ha participado en dos operaciones con técnicas de desminado humanitario manual. Ha sido la encargada de supervisar y controlar el buen desempeño de los Héroes Bicentenarios desminadores, que trabajan en el despeje de los suelos.
Inició su carrera en el 2012, ingresando a la Escuela Militar de Cadetes ‘General José María Córdova’, donde se preparó durante cuatro años como profesional en Ciencias Militares e Ingeniería Civil; posteriormente, ascendió al grado de subteniente. Actualmente se encuentra en el cuarto año del mismo grado, esperando su ascenso en diciembre de 2019.
Comentó la subteniente Rojas que desde muy pequeña su sueño siempre fue pertenecer al Ejército. De toda la vida le ha gustado ayudar a la gente a salir adelante, y vio en la institución una opción para cumplir sus metas.
Su familia ha sido una gran influencia para escoger su profesión, ya que su padre es ingeniero industrial, y su madre, ingeniera de sistemas, pero su vocación de servicio la llevó a desarrollar su carrera desde la parte social, buscando siempre el beneficio de las comunidades que más la necesitaban, una labor que es apoyada por su familia y por sus compañeros, quienes la consideran una gran líder, con un corazón grande y mucho talento.
“El papel de la mujer dentro del desminado humanitario se ha convertido en algo fundamental, pues las mujeres que integramos este equipo, hemos logrado llevar un mensaje de esperanza y de seguridad, quizá aún más de lo que ya se tenía, tal vez por el hecho de ser mujeres. Es muy gratificante ver la alegría con la que las personas siempre te van a recordar”, comentó.
Gracias al trabajo de desminado humanitario en Colombia, hasta el momento se han despejado 167 municipios en todo el país, lo que beneficia a cientos de familias que huyeron de sus tierras por miedo a perder la vida en una guerra de la que no querían hacer parte. Estos resultados han generado la confianza de la población, que viene sintiendo el apoyo incondicional del Ejército Nacional. Los Héroes Bicentenarios continúan arriesgando sus vidas para dar tranquilidad a quienes más lo necesitan.
Esto es por lo que la subteniente Rojas trabaja cada día en el suroccidente del país, zona en la que se han despejado a la fecha más de 267.000 metros cuadrados, se han destruido 31 minas antipersonal, liberando de sospecha 7 municipios y beneficiando a 112.448 personas. “Una vez inician los trabajos, inspecciono cada uno de los procedimientos de detección y desmalezamiento. Los soldados trabajan de rodillas, inspeccionando centímetro a centímetro el terreno, porque el enemigo está ahí. Cada uno de estos hombres lo enfrenta con gallardía y temple; al final de cada jornada, se realiza el control de calidad en el área peligrosa y los soldados proceden a descansar, mientras hago el reporte de los metros despejados del día”, cuenta.
“Siempre he pensado que las acciones valen más que mil palabras, con esto quiero resaltar no solo mi trabajo como líder, sino el de mis soldados que todos los días, durante ocho horas arriesgan su vida por salvar decenas de personas con ideologías y culturas diferentes”, concluye Rojas.
La misión no termina aquí, la subteniente Rojas seguirá trabajando en el desminado humanitario en beneficio de nuestro país, aspirando a ser una gran líder y ejemplo para muchas mujeres cuyo propósito en la vida es servir a la gente: “Quiero adquirir más experiencia en el campo y continuaré con muchas ganas para salvar vidas y sobresalir en mi trabajo”.
Fuente: Ejército Nacional