Durante el desarrollo de operaciones de registro y control militar de área, la Armada de Colombia logró el sometimiento a la justicia de dos presuntos integrantes del Grupo Armado Organizado, GAO, 'Clan del Golfo' y la ubicación y destrucción controlada de un laboratorio para la elaboración de clorhidrato de cocaína en el departamento del Valle del Cauca.
El primer hecho, tuvo lugar en zona rural de Buenaventura, a 22 kilómetros del casco urbano de la Ciudad Puerto, en el momento en que los dos sujetos, presuntos integrantes de la subestructura 'Baudó' del Grupo Armado Organizado, GAO, 'Clan del Golfo', se percataron de la presencia de las Tropas de Infantería de Marina que realizaban operaciones de registro y control de área, haciendo entrega a los uniformados de un fusil, un revólver, un proveedor para fusil y 208 cartuchos de diferentes calibres.
Los hombres fueron trasladados hasta Buenaventura, al tiempo que se dio aviso a la Fiscalía General de la Nación, a la Defensoría del Pueblo y al Grupo de Atención Humanitaria al Desmovilizado, con el fin de realizar las coordinaciones judiciales pertinentes e iniciar su retorno a la legalidad. Entre tanto, el material de guerra fue puesto a disposición de las autoridades competentes.
Estos individuos habrían decidido retirarse de las filas de este Grupo Armado Organizado, debido a la presión constante causada por el desarrollo ininterrumpido de operaciones militares adelantada por la Fuerza Pública en esta zona del país a las diferentes estructuras que delinquen en el litoral Pacífico colombiano; así mismo, por el descontento al interior de la organización criminal por los malos tratos, humillaciones, amenazas e intimidaciones de los mismos integrantes, mala alimentación y baja moral causada por los recientes golpes en su contra.
De acuerdo con lo establecido a través de los testimonios del personal desmovilizado y sometido ante la justicia, los Grupos Armados Organizados que delinquen en Cauca, Chocó, Nariño y Valle del Cauca, están reclutando jóvenes integrantes de las comunidades étnicas de la región con falsas promesas, quienes reciben amenazas contra su vida y la de sus familias, con el fin de obligarlos a cometer delitos como homicidios selectivos, cobros de extorsiones, tráfico o procesamiento de narcóticos y enfrentamientos armados con otros grupos criminales, con los cuales se disputan los corredores de movilidad del narcotráfico.
Fuente: prensa – Armada de Colombia