Con una jornada de apoyo al desarrollo en la inspección de El Triunfo en la que se les prestaron servicios sociales a pobladores de 15 veredas con el programa Fe en Colombia, se le apuesta a la inclusión social de estas comunidades vulnerables. Transcurría el 23 de febrero de 2004 y mientras los principales medios del país emitían especiales sobre los dos años del secuestro de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt y su fórmula Clara Rojas en jurisdicción del municipio de La Montañita (Caquetá), la vida de cuatro campesinos en la vereda La Nutria de la inspección de El Triunfo, muy cerca del sitio en el que ocurrió el plagio, estaba a punto de cambiar.
María Dey Rivera, quien caminaba por un potrero, activó a su paso una mina antipersonal que al liberar su carga la afectó con esquirlas que se le incrustaron en el cuerpo tanto a ella como a los otros tres labriegos y a un bebé que llevaba en el vientre.
“Hoy todavía tengo secuelas, tengo que mantener en control, estaba embarazada en ese tiempo, tenía cuatro meses de gestación, mi hijo va a cumplir 15 años, él también fue afectado porque hoy en día sufre de un oído, tiene un problema auditivo, también otro hijo tiene esquirlas en el cuerpo; pero gracias a Dios estamos vivos para contar”, dijo.
Este era el panorama que debían soportar los habitantes de esa zona que según la Dirección de Acción Integral Contra Minas Antipersonales, fue el cuatro más afectado por este flagelo en los últimos 20 años con 255 víctimas.
Aunado a eso, casi dos años antes los cerca de 240 habitantes del centro poblado de El Triunfo habían sido desplazados por el adversario.
No obstante, el esfuerzo de las tropas que llegaron a la zona a ejercer el Control Institucional del Territorio permitió, primero el retorno de las comunidades, luego iniciar los procesos de descontaminación de los campos por parte del Batallón de Ingenieros Militares de Desminado Humanitario n.° 1 Teniente Coronel Alexander Vargas Castaño, tercero la ejecución de proyectos de infraestructura con la construcción de una caseta para la instalación de una red de frío de almacenamiento de leche en la vereda La Paujilera y cuarto, la atención social a las comunidades el pasado fin de semana con una jornada institucional de apoyo al desarrollo.
La actividad que fue liderada por el Batallón de Infantería n.° 35 Héroes del Guepí que tiene dentro de su área de responsabilidad esta zona y el Comando de Apoyo de Acción Integral y Desarrollo con su Batallón de Acción Integral n.° 6, permitió la prestación de 871 servicios sociales de medicina general, odontología, psicología, vacunación y recreación a los habitantes de 15 veredas que hacen parte de este núcleo, demostrando cómo con la unión de esfuerzos en la cual se basa el programa Fe en Colombia del Ejército Nacional, se promueve la inclusión de estas comunidades que históricamente fueron afectadas por el conflicto y se mitigan los indicadores sociales críticos.
“El panorama aquí para nosotros ha cambiado demasiado, con estas brigadas que está implementando el Ejército Nacional en beneficio del desarrollo para nuestras comunidades ha sido muy bueno, muy excelente, aquí como tal ustedes lo miran, hay un puesto de salud pero no está dotado de medicamentos, no tiene promotora y la gente tiene que movilizarse uno, dos días antes a la cabecera municipal a poder sacar una cita”, dijo al respecto John Jairo Figueroa, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Nutria que acudió a la jornada.
Ahora en esta región, el Ejército Nacional lidera procesos de gestión social para que la oferta estatal llegue a estas comunidades y se fortalezca la economía con alternativas sostenibles para los campesinos.
En esta zona, seguirán desplegándose más acciones de este tipo, direccionando el esfuerzo a la estabilización del territorio.
Fuente: Ejército Nacional