Ángel de los Andes 2018, el ejercicio internacional que reunió a 12 países; Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay, culminó con total éxito en el Comando Aéreo de Combate No.5 en Rionegro, Antioquia, con la asistencia del señor Ministro de Defensa Guillermo Botero Nieto, el señor General Carlos Eduardo Bueno Vargas, Comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, con un total de 187 horas voladas, empleando aeronaves de combate, transporte de personal y carga, inteligencia, helicópteros medianos y pesados tipo UH-60 Black Hawk Ángel y AH-60 Arpía, además de aeronaves remotamente tripuladas como el Scan Eagle.
Así mismo, más de 420 personas participaron en este ejercicio, entre tripulaciones, comandos especiales, médicos, paramédicos y observadores, incorporando un esfuerzo logístico, administrativo y operacional muy amplio, que facilitó el cumplimiento de 197 misiones, bajo los más rigurosos procedimientos de seguridad, superando barreras como el lenguaje, métodos, prácticas y ejecución de técnicas y maniobras en el desarrollo de operaciones de búsqueda y rescate en un ambiente tanto humanitario como de combate.
Este ejercicio tuvo una duración de dos semanas, en las cuales se realizaron simulacros de un siniestro aéreo, un terremoto, un incendio forestal de gran magnitud, operaciones en combate como el ataque a un convoy militar, rescate de una tripulación derribada en aguas abiertas y la búsqueda y recuperación de pilotos eyectados de sus aeronaves, entrenamientos en paracaidismo, inserción y extracción de comandos y toda la misión humanitaria interagencial, que implica coordinación con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Bomberos y Defensa Civil.
77 personas se capacitaron en maniobras como Halo por sus siglas en ingles High Altitude-Low Opening (Gran altitud-Baja apertura) y Haho High Altitude-High Opening (Gran altitud-Alta apertura), por medio de un salto libre en paracaídas, Ramz sistema que consiste en el lanzamiento desde un avión de un bote inflable y un motor a través de un paracaídas de carga, K-Duck, donde se instala un bote que puede tener armamento y elementos de rescate debajo de un helicóptero Black Hawk para insertar tropas en operaciones en aguas abiertas además de Infil – Exfil, para infiltración y exfiltración de tropa en un área determinada.
Intercambiar experiencias, alimentar la doctrina que tiene la Fuerza Aérea Colombiana en este tipo de operaciones, generar conocimiento de interoperabilidad con otros países para salvar vidas, es el objetivo de este ejercicio que tiene la mejor de las proyecciones, que se visualiza como de gran envergadura a nivel regional y nacional, teniendo la visita de más países, delegaciones con más aeronaves, convirtiendo a la FAC y Colombia en un referente internacional en operaciones de búsqueda y rescate.
Fuente: Fuerza Aérea Colombiana