La estrategia implementada por la Armada Nacional para cerrarle espacios al narcotráfico en el Pacífico colombiano, permitió localizar e interceptar una lancha modificada, en la cual las organizaciones del narcotráfico que delinquen en el departamento de Nariño, transportaban más de dos toneladas de clorhidrato de cocaína.
En el marco de la operación "Atalanta", la inteligencia naval en coordinación con la Delegada contra la Criminalidad Organizada de la Fiscalía General de la Nación pudo establecer la salida de este cargamento mediante el empleo de radares y sistemas de detección de última tecnología con apoyo de la Fuerza Aérea Colombiana, logrando ubicar una lancha modificada o de bajo perfil que navegaba a gran velocidad en el área general del Parque Nacional Natural Sanquianga. Luego de una persecución que duró aproximadamente una hora, con los medios marítimos y aéreos, se logró la interdicción de la embarcación.
La lancha de bajo perfil tenía capacidad de transportar más de dos toneladas de alcaloide. Durante la inspección fueron hallados cuatro tripulantes, entre ellos un ecuatoriano, un mexicano y dos colombianos, que transportaban 112 bultos de alcaloides.
La embarcación fue trasladada hasta las instalaciones de la Armada Nacional en Tumaco y puesta a disposición de la Fiscalía General de la Nación para la respectiva inspección, en la que se determinó que los bultos contenían 2.039 kilos de clorhidrato de cocaína y su costo ascendería a los 68 millones de dólares. Los sujetos fueron puestos a disposición de las autoridades competentes para su judicialización por los delitos de tráfico, fabricación y/o porte de estupefacientes.
La inteligencia naval pudo establecer que la presión ejercida por las Fuerzas Militares a las estructuras delincuenciales de alias “David”, cabecilla del Grupo Armado Organizado residual “Guerrillas Unidas del Pacífico”, conllevo a las organizaciones narcotraficantes a evitar el pago de lo que estos delincuentes denominan “impuesto o gramaje”, por el tránsito de alcaloides en los diferentes corredores de movilidad. Por esta razón, las estructuras delincuenciales del grupo armado organizado residual “Guerrillas Unidas del Pacífico”, buscaron a terceros para filtrar la información a la Fuerza Pública sobre la salida de este cargamento, como retaliación para mantener el control sobre las rutas del narcotráfico, en esta región del país.
Las lanchas de bajo perfil son embarcaciones modificadas en su estructura al colocarle una cubierta con fibra de vidrio que protege la mercancía y sus tripulantes, además permiten una mejor navegabilidad y mayor rapidez de desplazamiento; no se pueden catalogar como semisumergibles ya que no navegan a flor de agua, ni cumple con las características de estos artefactos ilegales.
En lo corrido del año, la Fuerza Naval del Pacífico ha incautado más de 43 toneladas de alcaloide, evitando que cerca de 1.500 millones de dólares ingresaran a las organizaciones narcotraficantes y continúen con esta actividad ilegal.
La Armada Nacional continuará realizando operaciones conjuntas y coordinadas en contra de los grupos armados organizados y organizaciones narcotraficantes, con el fin de afectar sus estructuras logísticas.
Fuente: Fuerza Naval del Pacífico