Cerca de 400 especies de tortugas marinas han regresado a su habitada natural, gracias al trabajo de protección de los ecosistemas adelantado por tripulaciones de la Fuerza Naval del Caribe.
En medio de la pandemia a causa del COVID-19, los hombres y mujeres de la Armada de Colombia, a través de las Unidades del Comando Específico de San Andrés y Providencia, han logrado salvaguardar los nidos de las tortugas marinas que durante esta temporada realizan su proceso de anidación en las islas del norte y sur de San Andrés y Providencia.
La incansable labor que realizan los Infantes de Marina, que incluye la identificación, señalización y protección de los nidos y sus huevos evitando que sean afectados por factores ambientales como el sol, la lluvia y aves de rapiña, han permitido el nacimiento y posterior liberación de 384 tortugas en las islas de Serrana, Serranilla y Roncador.
Estas especies, entre las que se encuentran las tipo Caretta Caretta (tortuga cabezona), Eretmochelys Imbricata (tortuga Carey), Chelonya Mydas (tortuga verde) y Dermochelys Coriacea (tortuga baula), son recibidas anualmente por personal de la Armada de Colombia, quienes efectúan un seguimiento a su proceso de anidación en el marco del compromiso por la protección ambiental de la Reserva de Biosfera SeaFlower.
Actualmente, existen 108 nidos en las islas de Serrana, Serranilla, Roncador, Bolívar y Albuquerque que están siendo monitoreados de manera permanente por al menos una docena de hombres de la Institución Naval en cada una de las islas, permitiendo que estas pequeñas tortugas nazcan en óptimas condiciones, para luego ser regresadas a su hábitat natural, donde cuentan con las condiciones necesarias para su crecimiento, supervivencia y desarrollo.
La Armada de Colombia, a través de sus Unidades desplegadas en el Caribe colombiano, ratifica su compromiso con la protección de la Reserva de Biosfera Seaflower y sus recursos marinos, al tiempo que rechaza todos los actos de violencia contra estas especies, entre los que se encuentra el más reciente ocurrido en el sector de Genny Bay en la isla de San Andrés, donde una tortuga marina Carey fue agredida por personas inescrupulosas que pretendían cazarla, mientras realizaba su proceso de desove, haciendo un llamado a la comunidad para proteger el ecosistema evita do prácticas que pongan en riesgo la supervivencia de las especies.
Fuente: prensa – Armada de Colombia