En los últimos días tropas de Gaula Militar Santander han logrado, en dos operaciones contundentes, la ubicación de cuatro ciudadanos que fueron engañados bajo la modalidad de falso servicio y por quienes sus victimarios exigían grandes sumas de dinero a cambio de su supuesta liberación.
En la primera misión táctica realizada el 7 de mayo, la unidad de inteligencia en Bucaramanga recibe información por parte de la familia de los señores Gerardo Rodríguez y Fabián Osorio, quienes denunciaron que están recibiendo llamadas extorsivas en las que solicitan seis millones de pesos a cambio de la liberación de los mencionados, que fueron a cumplir una cita.
El servicio solicitado era la venta de dos caninos que supuestamente serían entregados a los compradores en el municipio de El Playón. La empresa de los señores Rodríguez y Osorio era familiar y de reconocimiento en la ciudad de Bucaramanga.
Inmediatamente la unidad especial de Gaula desplegó la unidad de inteligencia donde habían tenido contacto por última vez, realizaron patrullajes y a través de la señal de celular, lograron la ubicación de las víctimas. Cabe señalar que fue en tiempo record ya que la denuncia se recibió a las 5 de la tarde y a las 7:30 de la noche ya estaban ubicados.
La segunda operación fue la realizada el 10 de mayo en la vereda el Diamante del municipio de Sabana de Torres, donde a través de la Línea 147 se alerta sobre un posible secuestro de los señores: Orlando Villamizar Hernández y José Del Carmen Flórez Martínez, propietarios de una carpintería en el municipio de Girón.
Los mencionados fueron contactados a través de WhatsApp solicitando un supuesto servicio de carpintería en una hacienda ubicada en la vereda el Diamante. Una vez las víctimas llegan al sector, sus familiares empiezan a recibir llamadas amenazantes e intimidantes en las que les exigían la suma de ocho millones pesos por libertad.
Es así que tanto el grupo Gaula Militar Santander como Policía Nacional, activaron la red de participación cívica, desplegaron tropas y asistieron a las familias para lograr la ubicación de las víctimas, también en un tiempo de dos horas y media.
Es de señalar que en ambos casos la modalidad fue a través de una llamada telefónica en la que solicitan un servicio. Lo que no saben los prestadores de servicio es que las llamadas son realizadas desde las cárceles y cuando éstos confirman, los delincuentes piden el número de contacto de un familiar afirmando que es por si presenta alguna novedad y el número de cédula, señalando que es para la cuenta de cobro.
Una vez los trabajadores se desplazan a realizar el servicio, en estos dos casos a vender los perros y a llevar carpintería a una hacienda, son citados en lugares en donde no hay cobertura y que se encuentran alejados de la ciudad, quedando así totalmente incomunicados y aislados, lo que le da tiempo a los delincuentes para llamar a sus familiares y exigir sumas de dinero a cambio de no atentar contra sus víctimas.
En esta modalidad las víctimas no tienen contacto físico con los delincuentes, todo es a través del teléfono y las llamadas son bastante intimidantes en las que indican a los familiares que les están apuntando y los lastimarán.
Es así que los Gaula Militares acompañan todo el tiempo a las familias para que no salgan corriendo a consignar, pues esta modalidad de falso servicio es de las más utilizadas en tiempo de pandemia, por lo que se aconseja a todos propietarios de pequeñas empresas, no dar ningún número de familiares y verificar primero la cobertura del lugar al que fueron citados.
Igualmente que ante cualquier situación se comuniquen inmediatamente con la línea 147 de cobertura nacional, sin ningún costo y en la que se reserva la identidad de quien llame.
Fuente: Prensa - Gaula Militares