El Mandatario, quien asistió al desfile ‘Libertad Que Une’, que tuvo lugar en la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, manifestó: “hoy tenemos que llevar la historia en nuestro corazón, y recordar que cada símbolo patrio es símbolo de esta tradición, pero también es símbolo de lo que tenemos que construir hacia el futuro”.
“Este día les rendimos un homenaje a un símbolo de la unidad de nuestro país, como son sus Fuerzas Militares y de Policía Nacional. Son hombres y mujeres valientes, briosos; al mismo tiempo abnegados y llenos de fe, que dicen: ‘Dios y Patria’, ‘Fe en la Causa’, ‘Así se protege el azul de la bandera’ y ‘Así se va a las Estrellas’, emblemas de cada una de las Fuerzas al servicio del tricolor amarillo, azul y rojo”, resaltó el Presidente Duque.
Es con inmensa alegría que una vez más los colombianos nos reunimos para recordar ese 20 de julio de 1810, cuando las voces en esta ciudad capital se levantaban en el clamor del grito de Independencia.
Era un clamor para darle a esta nación unos bríos republicanos, darle estructura a lo que sería una nueva nación y, sobre todo, construir los cimientos institucionales para su duración en el tiempo.
Ese grito se fue impregnando por todo el territorio nacional, llegó a distintos lugares y se fue replicando.
Pero también es bueno recordar que a esos bríos de libertad también la amenazaron las torpes luchas intestinas, la polarización y la falta de claridad sobre el anhelo institucional a construir.
Federalistas y centralistas afectaron el sueño naciente y, por lo tanto, lo que empezaba con todo el ímpetu, tardó otros años en consolidarse.
Pero, así como se escucharon estos gritos, gritos similares se habían escuchado en otros lugares de nuestra América.
Ya se habían escuchado, también, los mismos clamores en Caracas, y se empezaba a vislumbrar en otros lugares de Suramérica esa propia configuración de lo que sería la causa independentista.
Hoy también tenemos que recordar que, en este año 2021, estamos celebrando 200 años de la Constitución de Cúcuta, la Constitución de la Gran Colombia.
Un sueño integracionista, un sueño de hermandad, inspirada en este tricolor amarillo, azul y rojo que fue traído a nuestra tierra por Francisco de Miranda. Compartido, también, a quienes estaban en la causa independentista en Venezuela y que terminó recibiendo nuestro Libertador en su corazón, y asumiéndola también como una causa común.
Este nombre de Colombia, muchos lo llamaban tierra de Colón, porque era un reconocimiento a esta tierra que fue descubierta para que sembrara también una oportunidad global.
No podemos negar nuestra historia. Tenemos que recibirla con agrado, reconocer a quienes edificaron el sueño de la Independencia, reconocer a esos ejércitos de hombres valerosos y de mujeres, también, que ayudaron a configurar esa causa.
Recordar cómo años después de 1810, en 1819, se aproximaba a llegar a Boyacá, cruzando el Páramo de Pisba, nuestro Libertador, acompañado de los Lanceros, que habían sido persuadidos por su talante para hacer la más grande proeza de vencer las adversidades de la naturaleza.
Hoy tenemos que llevar esta historia en nuestro corazón y recordar que cada símbolo patrio es símbolo de esta tradición, pero también es símbolo de lo que tenemos que construir hacia el futuro.
Por eso, mientras hay algunos que quieren ver el país al revés, hoy tenemos que honrar nuestra historia para construir sobre ella, para construir sobre los hombros de gigantes de quienes nos dieron la gran identidad de esta nación que todos llevamos en nuestro corazón.
Es muy emocionante, y a la vez desafiante, que hoy estemos en una ceremonia atípica. Durante muchos años, en la Avenida 68 se llevaba a cabo este majestuoso desfile, que hoy no lo realizamos por las condiciones de pandemia.
Pero también es una oportunidad bella, porque hacía muchos años no se veían todas las escuelas reunidas en esta Escuela que lleva el nombre de ese gran mariscal, José María Córdova.
Cada una de estas escuelas representa en su identidad, en su talante y en su talento, lo mejor de la formación en cada Fuerza.
Y, se reconocen, también, las propias distinciones constitucionales, como vemos hoy con la Escuela General Santander, que en virtud del artículo 2018 de la Constitución, mantiene esa condición de ser una fuerza civil al servicio de la convivencia ciudadana.
Es emocionante ver esta colaboración armónica y entender que las Fuerzas Armadas y de Policía tienen un norte y un faro, que es cumplir con el orden constitucional, preservar el orden constitucional. Y ese orden constitucional no es nada distinto a proteger la vida, honra, bienes, derechos y libertades de todos los colombianos en todo momento y en todo lugar del territorio.
Esto que celebramos hoy, ese grito de Independencia, es, también, en el momento que vive el mundo una oportunidad. Una oportunidad para que todos gritemos que queremos ser independientes de esta pandemia, que queremos liberarnos de su opresión, que ha afectado tantas vidas en el planeta. Y lo estamos haciendo con la vacunación masiva, con la reactivación segura.
También tiene que ser esta una oportunidad para liberarnos de la polarización política que golpea a todo el planeta, cuando vemos que muchos pretenden el camino fácil de incendiar sociedades, fracturarlas y sembrar el odio para cabalgar en ese camino de apología de destrucción hacia sus pretensiones electorales.
Hoy tenemos que liberarnos de los odios y entender que las diferencias sanas de la democracia, lo que nos une es más fuerte, lo que nos une es esa identidad nacional propia de nuestra patria.
Que más allá de cualquier ideología, sobre todo, somos colombianos. Que más allá de cualquier militancia política, somos colombianos. Que más allá de cualquier postura que tengamos en contravía de otros, somos colombianos y ahí nos encontramos.
Por eso este día le rendimos homenaje a un símbolo de la unidad de nuestro país, que son sus Fuerzas Militares y de Policía, hombres y mujeres valientes, briosos, al mismo tiempo abnegados y llenos de fe, que dicen “Dios y Patria”, Fe en la Causa, así se protege el Azul de la Bandera y así se llega a los astros. Emblemas de cada una de las Fuerzas al servicio del tricolor amarillo, azul y rojo.
Hoy les rendimos un homenaje a las familias de nuestros héroes, a esos padres y madres que terminan despojándose, de alguna manera de sus hijos, cuando entran a la formación y después se entregan completamente a la patria.
A esos padres y madres que bendicen a sus hijos y que saben que cuando visten el uniforme por defender a los demás, muchas veces tienen que estar dispuestos a verlos partir de este mundo terrenal. A esas familias les rendimos un sentido homenaje.
Les rendimos un homenaje también a los miembros de las Fuerzas que hemos perdido por la violencia y por el COVID-19.
A todos los colombianos que han partido en medio de estas circunstancias tan atípicas, pero al mismo tiempo tan desafiantes.
Y tenemos que aceptar que hoy, como lo expresamos está mañana, tenemos que ser más colombianos que nunca.
Más cercanos al prójimo, más conscientes de las necesidades del otro, pero al mismo tiempo más creativos y más innovadores para encontrar soluciones que nos engrandezcan como sociedad.
Ese es el propósito que nos fijamos en este año 2021 del siglo XXI.
Que en este 20 de Julio retumbe en nuestra nación que somos fuertes porque nuestra identidad única, nuestra identidad propia, nuestra identidad patria, está en nuestras venas, nuestra conciencia y nuestros corazones.
Fuente: Sistema Informativo de Gobierno