A la par con las tareas de desminado humanitario, la labor social de los soldados ha permitido mejorar la calidad de vida de los campesinos en zona rural de Baraya, Huila.
Mientras cumplen con su misión de limpiar los campos huilenses de la amenaza que representan la presencia de minas antipersonal instaladas en el pasado por Grupos Armados Ilegales, los soldados del Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario No.5, de la Novena Brigada, decidieron trabajar en un medio tecnológico que hoy cambió la rudimentaria y artesanal técnica de desgranar fríjol.
Siguiendo el modelo de una máquina trilladora de café, los soldados desminadores, diseñaron un modelo de desgranadora que esta vez llegaría a las zonas más apartadas del norte del Huila, a las veredas La Libertad, Río Blanco, Cadillo y Laureles, para contribuir con las labores de los campesinos, optimizando su trabajo en tiempo, mano de obra y transporte.
“Nuestra misión es la de desminar los territorios, en este momento estamos interviniendo en cuatro veredas de Baraya, un proceso de desminado con el que estamos brindándole a nuestros campesinos la oportunidad de que vuelvan a sembrar, la oportunidad de volver a transitar sus territorios, adicional a lo anterior y paralelo a nuestro trabajo de desminadores, estamos brindándole todo el apoyo necesario para que saquen sus productos, esto mediante una idea innovadora por uno de nuestros integrantes de la unidad, la cual consiste en una máquina que saca el fríjol ya listo para ser empacado, una desgranadora”, relató el teniente coronel Jaiver Andrés Muñoz, Comandante del Batallón de Desminado Humanitario No.5.
Funcionó, después de ocho días ensamblando cada una de las piezas y de realizar varios ensayos, la desgranadora fue llevada a la vereda Río Blanco, donde pasó la prueba, allí, dos campesinos fueron los primeros en pasar de golpear con palos las vainas del fríjol a obtener el grano, en un tiempo récord, a través de la sofisticada desgranadora.
Fue tal el éxito que la noticia se extendió a las diferentes veredas que de inmediato no dudaron en hacer la solicitud y pronto la desgranadora llegó a la vereda La Libertad, donde la voluntad inquebrantable de servicio del soldado desminador, contribuyó a agilizar los procesos agrícolas.
“Nos enteramos que los soldados habían elaborado una máquina desgranadora de fríjol, hicimos la solicitud y logramos, no solo que llegaran con la desgranadora, sino que además, ante la falta de mano de obra en la zona, los desminadores nos han ayudado a recolectar la cosecha, a trasladarla a las carpas donde posteriormente es desgranada con la máquina, logrando que lo que hacíamos en un mes, ahora lo estamos haciendo en tres días, y luego tras el proceso de limpieza del grano, nos contribuyen con el transporte para llevar los bultos hasta Neiva, un apoyo que representa un gran ahorro económico”, aseguró Sandra Milena García.
Una labor que se suma al mantenimiento y arreglo de vías para que ellos puedan sacar en un menor tiempo sus productos hasta la capital del Huila donde logran comercializarlo a un precio justo; así mismo adelantan el arreglo de las escuelas, para que mientras los campesinos adultos labran la tierra, lo más pequeños puedan asistir a las aulas de clase.
Han pasado 15 días, tiempo durante el cual se ha trabajado de la mano con siete campesinos del área rural de Baraya, lo que se traduce en el desgranado de 90 bultos, un promedio de 4.500 kilos.
Los soldados desminadores seguirán salvando vidas y a la par con la labor humanitaria, seguirán realizando un trabajo social que mejora los procesos productivos de los hombres y mujeres que hoy labran el campo.
Fuente: prensa – Ejército Nacional