Cuidado bajo fuego, cuidado táctico de campo, cuidado durante la evacuación de heridos y conocimientos enfocados a la atención del trauma de guerra son algunos de los temas en los que la teniente Juliana Linares Laverde y la subteniente Ana María Ulloa Hernández se han capacitado en el Ejército Nacional para salvaguardar la integridad de nuestros soldados y la población civil.
Las dos oficiales se formaron como instructoras de Socorrista Militar en el 2021, y para complementar su conocimiento, el pasado mes de mayo se capacitaron en la Escuela de Logística como instructoras en Cuidados Tácticos para Víctimas en Combate y control de hemorragias, lo que las convierte en las primeras instructoras socorristas militares del Ejército Nacional.
La teniente Linares presta su servicio a la nación como coordinadora de Salud Operacional en el Dispensario de Florencia, Caquetá, donde ha desarrollado labores de coordinación y logística en sanidad, ahora con este curso que desarrolla actualmente busca ser avalada como instructora por el Centro de Entrenamiento DIGSA-NAEMT (Dirección General de Sanidad Militar - National Association of Emergency Medical Technicians).
Ha realizado cursos como Enfermera Jefe, Especialización en Administración Hospitalaria, Especialización en Gerencia de la Calidad en Salud, Diplomado en Epidemiologia, Atención Táctica a Víctimas de Combate y Soporte vital de Trauma Prehospitalario.
La subteniente Ulloa, oriunda de la capital colombiana, es directora del Dispensario Médico de Cimitarra, Santander, la primera unidad donde puso en práctica su conocimiento fue en la Fuerza de Tarea Conjunta de Estabilización y Consolidación Hércules, en Tumaco, Nariño, en el año 2020, siendo allí donde realizó las primeras evacuaciones médicas.
Su expectativa es seguir brindando toda su experiencia desde su profesión como médica general e instructora, y poder certificar a los nuevos socorristas militares para que la Fuerza cuente con más personas que salvaguarden la vida de los heridos en el área de operaciones.
Con esto, el Ejército Nacional proyecta a la mujer militar como un referente en los diferentes campos de acción institucional, desarrollando y dinamizando su misión en beneficio de los colombianos.
La incursión de la mujer en campos laborales tradicionalmente ocupados por el hombre ha sido de carácter relevante para la transformación de la sociedad y la equidad de género; en este sentido la Fuerza se ha mostrado receptiva en este proceder, siendo hoy día habitual la presencia de mujeres militares en las diferentes unidades del país.
Así mismo, para el Sector Defensa está establecida la Política Pública Sectorial de transversalización del enfoque de género para el personal uniformado de la Fuerza Pública emitida por el Ministerio de Defensa Nacional, en concordancia con esta política, el Ejército Nacional cuenta con su propia Política de género, para desarrollar lineamientos impartidos en materia de equidad de género e igualdad de oportunidades, entre otros.
El proceso de integración de la perspectiva de género en la institución ha permitido evidenciar que, además de incrementar el porcentaje de personal femenino, se han generado estrategias que propenden por reconocer el rol diferencial que las mujeres militares y civiles al servicio de la Fuerza desempeñan. La ubicación en cargos estratégicos de toma de decisiones lleva a realizar un análisis de cómo esta inclusión genera aportes significativos en el cumplimiento de la misión.