Como un héroe es recordado el Sargento Inocencio Chincá, un hombre humilde del resguardo indígena Sikuaní que nació en el municipio de Tame en Arauca, en el año 1798. Perteneció al Ejército libertador, luchó en la batalla de las queseras del medio y su más grande hazaña se registró el 25 de julio de 1819 en el Pantano de Vargas, donde luchó incansablemente por defender los ideales de libertad de nuestra nación y en donde fue herido, falleciendo tres días después en el municipio de Tibasosa en el departamento Boyacá.
En un acto solemne en la plaza de armas que lleva su nombre dentro de la escuela militar de suboficiales, fue homenajeado el Sargento Inocencio Chincá, prócer de la patria que se caracterizó por sus valores, principios, coraje y valentía; virtudes militares que lo inmortalizaron a través de la historia y por las cuales el alma mater de los suboficiales lleva su nombre y hoy rinde honores tras sus 203 años de desaparición.
Su disciplina, valores y principios se convirtieron en el legado de todas las generaciones de suboficiales, quienes tiene la gran responsabilidad de portar con orgullo el título de suboficial, siendo íntegros y respetuosos por los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, con un actuar intachable que haga honor a la memoria del Suboficial más antiguo del ejército nacional.
Por su parte, el señor coronel Jhobanny Flórez Trujillo Director de la escuela de formación, rememoró las heroicas hazañas del prócer y exhortó a las futuras generaciones de suboficiales a desempeñarse con rectitud y a ser ejemplo de la estirpe del Suboficial integral, que desde tiempos inmemoriales fortalece las capacidades de la Fuerza y aporta a la construcción de nuestra amada nación.
Finalmente, oficiales y suboficiales en cargados del fortalecimiento la vocación militar, la disciplina y el entrenamiento de los futuros cabos terceros, renovaron su compromiso en su formación integral.
Fuente: prensa - Ejercito Nacional