Desde la Brigada de Desminado Humanitario del Ejército Nacional se han capacitado más de 33.000 personas de distintos municipios colombianos.
De acuerdo con la Unicef, la Educación en el Riesgo de Minas Antipersonal (ERM) se basa en la adaptación de estrategias pedagógicas que sensibilicen a niñas, niños y adolescentes y sus familias sobre los peligros de los artefactos explosivos, con el fin de que puedan apropiar los comportamientos seguros para la prevención de accidentes.
En el Ejército Nacional existe la Brigada de Desminado Humanitario. En ella, un grupo de militares se encarga de gestionar programas y actividades en el marco de la ERM.
El señor coronel Carlos Tarazona Ocacion, comandante de la Brigada de Ingenieros de Desminado Humanitario, explica que este enfoque pedagógico dirigido a todas las edades es una tarea transversal que se desarrolla antes, durante y después de la intervención de los municipios.
El objetivo es informar a las comunidades cuáles son los comportamientos seguros, cómo identificar zonas que puedan estar contaminadas con posibles artefactos explosivos y qué acciones adelantar para el resguardo de su vida y la de sus familias.
Una labor altruista
En esa labor educativa participan más de 100 hombres y mujeres, como la teniente Natalia Guío, el suboficial Aníbal Terrazas Castro y los soldados profesionales Luis Ramos, Silvio Piarpuezan, entre otros.
Se han realizado actividades de perifoneo con mensajes de prevención, entrega de volantes, capacitaciones en las escuelas y el show de Nata Desmina, un evento de títeres que ha logrado impresionar a niños y adolescentes del Huila, Putumayo y Meta.
De hecho, la teniente Guío ganó en una importante categoría del Premio Mujer CAFAM por esa innovadora propuesta pedagógica y recreativa con la que han sensibilizado a los padres de los niños, mientras a ellos les han propiciado sonrisas, alegría y, lo más importante, educación para reconocer zonas posiblemente contaminadas y qué hacer frente a ello.
«Muy contento al ver a esos niños cuando ven a Rodolfo, María de Jesús y Nata Desmina (personajes del show de títeres), cuando llegamos con ese mensaje a esos colegios y comunidades que han sido afectadas por las minas antipersonal», cuenta el soldado profesional Luis Ramos, quien lleva 8 años en el Desminado Humanitario.
Sin desminado no hay progreso
Según cifras de la Brigada de Ingenieros de Desminado Humanitario, luego de casi dos años de ejecución de su proyecto pedagógico, han logrado capacitar a 33.397 personas a través de sus actividades de ERM.
Sin desminado no puede haber progreso, seguridad, economía y oportunidades para todos. Así lo entienden desde las comunidades y escuelas. De ahí radica el gran valor que otorgan a los esfuerzos de la educación para el riesgo de minas.
Sonia Luzmila Mosquera, maestra de una escuela rural en Florencia, Caquetá, relata que se ha generado una cultura de autocuidado con respecto a los artefactos explosivos gracias a todas las acciones pedagógicas impartidas por el equipo de la Brigada de Desminado Humanitario.
Para estos soldados del desminado humanitario su labor va más allá de generar pedagogía en torno a la detección de artefactos explosivos. Su misión es salvar vidas. La labor de estos promotores en educación en riesgo de minas hace parte de uno de los propósitos del Ejército de continuar entregando más territorios seguros para el desarrollo económico y social de la población.
Municipios libres
Del 2005 a la fecha, 916 municipios, en siete departamentos, ya están calificados como libres de sospecha de artefactos explosivos, una labor en la cual ha participado no solo la Fuerza, sino distintas organizaciones nacionales e internacionales que hacen parte del desminado humanitario.
Autor: prensa - Brigada de Desminado Humanitario