Los capturados conformarían una red de tráfico de drogas que buscaba inversionistas interesados en invertir sumas de dinero para sacar cocaína hacia países de América y Europa.
En su compromiso por afectar las estructuras de narcotráfico, la Primera División del Ejército Nacional en una operación interinstitucional con la Fiscalía General de la Nación y el apoyo de agencias internacionales desarticularon una organización transnacional que buscaba inversionistas interesados en enviar cocaína a distintos países de América y Europa.
Se trata de la operación Costera en la que agentes del Gaula Militar Caribe y unidades del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) capturaron nueve personas que decían contar con la logística necesaria y el personal suficiente para traficar estupefacientes a través de diferentes modalidades.
Para esto, los integrantes de la red narcotraficante exigían por adelantado a los inversionistas sumas de dinero que les permitieran asegurar los costos logísticos de la operación, y más adelante retornar las ganancias a quienes aportaron capital para la compra de la droga que la red conseguía.
El material probatorio recaudado demuestra cómo los implicados aseguraban el éxito de sus envíos con correos humanos o mediante la contaminación de buques o de containers que llevaban mercancía legal.
Con ese propósito, los presuntos traficantes adelantaban contactos con funcionarios de distintos niveles en los puertos del caribe, además de trabajadores de empresas exportadoras, o de compañías de vigilancia, e inclusive autoridades locales garantizando el ingreso y cargue de las sustancias ilícitas.
Además, la red usaba computadores y repuestos, entre otros objetos, para camuflar pequeñas cantidades de droga. Estos elementos eran enviados a manera de encomienda que era recibida por otros integrantes de la red para su posterior comercialización.
Otro de los posibles planes ofrecidos por la organización para garantizar sus acciones ilícitas, y que cuya veracidad buscan establecer las autoridades es si garantizaban la adquisición de aviones o pequeñas embarcaciones que eran cargadas en Colombia con estupefacientes y enviadas a países en Centro América.
Los centros de operaciones usados por la red narcotraficante estaban ubicados en Santa Marta, Barranquilla, Bolívar y Guajira, desde donde definían las rutas y planeaban la manera como harían los envíos a República Dominicana, Puerto Rico, Honduras, Nueva York (Estados Unidos) y a ciudades de Europa como Amsterdam.
Se logró establecer, mediante labores de seguimiento, al menos nueve eventos entre los años 2014 y 2019, en los que distintos integrantes de la red de narcotráfico suministraron diferentes cantidades de cocaína para su envío a otros países.
Entre los capturados figura el presunto jefe de la organización, un hombre de nacionalidad dominicana identificado como Héctor Antonio Villar Sierra y quien es conocido con los alias de ‘Júnior’, ‘El Compa’, ‘Calvo’ o ‘Rólex’. Él, junto al colombiano Rafael Padilla Benedetti, lideraría el proceso de recepción del dinero producto del ilícito.
Otros de los capturados son: Argemiro Anaya, alias ‘Flaco’; José Prudencio Padilla, alias ‘Pencho’; Alexis Caraballo; Washington Grueso; Frankly Medina; Ronald Redondo y Harry De La Hoz.
Los implicados fueron presentados para su judicialización ante un juez de Santa Marta. Las capturas fueron legalizadas en las últimas horas.
Los capturados serán imputados, entre otros, por los delitos de concierto para delinquir y tráfico y fabricación o porte de estupefacientes.
• Héctor Antonio Villar Sierra, alias ‘Junior’, ‘El Compa’, ‘El Calvo’ o ‘Rólex’; dominicano, residente en el sector El Rodadero en Santa Marta (Magdalena). Uno de los jefes de la organización ilegal. Sería quien contactaba inversionistas extranjeros a quienes les ofrecía la logística para los envíos del narcótico.
• Miguel Rafael Padilla Benedetti, alias ‘Tío’; colombiano, residente en Santa Marta (Magdalena). Uno de los jefes de la organización ilegal. Sería quien contactaba inversionistas extranjeros y les ofrecía la logística para los envíos del narcótico.
• Argemiro Antonio Anaya Acosta, alias ‘Flaco’; colombiano residente en Santa Marta (Magdalena). Enlace entre los inversionistas o dueños de los estupefacientes y las personas que tienen acceso a los Puertos de Santa Marta (Magdalena) y Barranquilla (Atlántico) para ejecutar la contaminación de buques y container con estupefacientes.
• José Prudencio Padilla Cabrales, alias ‘Pencho’; colombiano, residente en Santa Marta (Magdalena). Encargado de apoyar labores logísticas y la consecución de embarcaciones pequeñas para transportar los estupefacientes.
• Alexis Antonio Caraballo Ojeda; colombiano, residente en Barranquilla (Atlántico). Encargado de apoyar la logísticas y conseguir de pequeñas embarcaciones para transportar estupefacientes. Era además enlace entre los integrantes de la organización ilegal y personas encargadas de transportar los estupefacientes.
• Washington Amadeo Grueso Micolta, alias ‘W’; colombiano, residente en Santa Marta (Magdalena). Encargado de contactar inversionistas, en su mayoría extranjeros. Sería el encargado de adecuar equipos como computadores, repuestos y otros elementos que eran enviados como encomiendas a Estados Unidos.
• Ronald Enrique Redondo Toledo; colombiano, residente en Santa Marta (Magdalena). Su principal ocupación era la de taxista, además de ser el hombre de confianza de Héctor Antonio Villar Sierra. Redondo era quien transportaba el estupefaciente por la ciudad de Santa Marta.
• Harry De La Hoz Llinas; colombiano, residente en Barranquilla (Atlántico). Enlace entre los inversionistas o los dueños de los estupefacientes con los jefes de la organización ilegal. Era uno de los encargados de coordinar los envíos de estupefacientes de Colombia hacia el exterior.
• Gustavo Durán Quintero; colombiano, residente en Barranquilla (Atlántico). Era uno de los hombres de confianza de Harry De La Hoz. Se encargaba de contactar personas que eran usadas como correos humanos.
El Ejército Nacional y la Fiscalía General de la Nación publican esta información por considerarla de interés general.
Fuente: Ejército Nacional