No cambio por nada el abrazo de mis hijos en las mañanas.
La mujer ocupa un importante lugar en la sociedad y con el pasar de los años ha ido asumiendo funciones que anteriormente eran exclusivos de los hombres, es el caso de la mujer militar, que ha ido ganado espacio en este campo, dejando en evidencia sus grandes habilidades y destrezas para el desarrollo de labores en aire y tierra.
Estas mujeres no han dejado de lado a sus familias, que han construido mientras crecen en sus carreras, no han dejado de lado la profesión honorifica de ser madres, una de ellas nos compartió un poco de su sentir.
Se trata de la teniente coronel Nelsa Liliana Urueña Ramírez, oficial del curso 73, es navegante del avión C-208 Caravan, y actualmente se desempeña como Jefe del Departamento de Planeación del Comando Aéreo de Combate No.5 - CACOM 5, en Rionegro, Antioquia.
¿Cómo fue su ingreso a la Fuerza Aérea Colombiana?
Entrar a la Fuerza Aérea Colombiana fue un privilegio que Dios me dio, lo hice invitada por una amiga que me animó a hacerlo y luego me enamoré de la Institución y aquí sigo, feliz.
Inicialmente quería ser abogada, pero ese propósito lo cambié por mis botas y mi overol de vuelo, con muchos esfuerzos de mis padres logré ingresar a la Escuela Militar de Aviación -EMAVI-, Marco Fidel Suárez en Cali.
¿Cómo fue la experiencia de haber sido parte de las primeras mujeres en la EMAVI?
Me parece increíble a veces, me siento privilegiada y contenta de hacer historia en esta Institución que tanto amo, además de ver el progreso de mis compañeras, sus logros los siento como míos, somos como hermanas. Al curso 73 ingresamos 34 mujeres, el 13 de enero de 1997, caminamos juntas e hicimos nuestros sueños realidad, es saber que los sueños si se cumplen y que todo puede ser posible.
¿Cómo fue su paso por la Escuela Militar de Aviación?
Ingresé de 16 años, por ser de las primeras mujeres, pasamos por algunas situaciones incomodas, una de ellas fue el corte de cabello, que es doloroso para la vanidad femenina, pero el trato, el entrenamiento físico todo es exactamente igual al de los hombres. Finalmente el cabello vuelve a crecer y son cosas superfluas, lo que queda y lo que vale son todos los logros alcanzados, la satisfacción y encontrar personas maravillosas que se convierten en tu familia.
¿Cómo está conformada su familia?
Mi esposo, el coronel Iván Darío Gómez, mi hija Alisson, de 8 años, y Miguel, con 4 años de edad, vengo de una familia muy unida, mis padres duraron 42 años de casados, tuvieron 3 hijas, entre ellas yo; al principio no me creían que quisiera ser militar, siempre hemos sido muy independientes, recibí el apoyo de mis padres, más de mi madre, quien sacrificó muchas cosas para hacer realidad mi sueño de ser militar.
¿Cuáles son las aeronaves que ha tenido la oportunidad de tripular?
El primer equipo que volé fue el Schweizer, un avión de inteligencia, sigiloso y poderoso, fue mi primera experiencia con el vuelo, me pareció muy interesante, luego fue el AC-47 Fantasma, la interacción con otras aeronaves y con el área del conflicto, hacer parte de ese cambio da una satisfacción muy grande. Después con el avión A-29 Supertucano, tengo el overol guardado con los parches del último vuelo que hice en esa aeronave, fue muy especial para mí. Posteriormente Caravan, Hércules y luego volví a Caravan, la verdad me siento muy orgullosa.
¿Qué significa para usted el uniforme?
El overol de vuelo tiene un gran significado, por cosas del destino no pude hacer parte de la especialidad de vuelo, ahora soy de Armamento Aéreo, que me dio la oportunidad de volar en operaciones como navegante.
¿Qué significa para usted ser mamá?
Ser mamá es ser mamá, no importa si lo eres dentro o fuera de la Fuerza, es un privilegio de las que somos mujeres, hace parte de nuestra proyección, de sentirnos completas con el sueño de dar vida, no hay que sacrificar una cosa por la otra, todas tenemos el derecho de hacer una familia y de ser exitosas a nivel profesional, uno lo puede lograr y ahí es indispensable la ayuda de los esposos.
Mis compañeras cuando fueron mamás pararon un poco el tema operativo para cuidar de sus hijos, en mi caso mi hija Alisson me enseñó muchas cosas, uno tiene un hijo y no recuerda qué lo movía antes de tenerlo; puedes ser la mejor profesional de la historia con triunfos y medallas, pero ser mamá es empezar a aprender de cero, es algo maravilloso, es el mejor regalo que te puede dar la vida.
¿Cuál es el significado de ser madre militar?
Ser mamá es una profesión, que te mueve, te motiva, requiere darlo todo, sacar tiempo y hacer todo desde lo positivo, cumplir en el trabajo y en el hogar, con mis hijos para que ellos se sientan orgullosos más adelante.
Por nuestra experiencia, desde el campo que conocemos, nos preguntamos, ¿cómo hace una mamá médico, por ejemplo? muchas de estas madres por amor no están viendo a sus hijos por lo que está pasando ahora en el mundo y no los verán hasta el paso de la pandemia, así con diferentes profesiones, hay que hacer un esfuerzo más grande pero lo más importante es estar ahí, para ellos y ser ejemplo y apoyo incondicional.
¿Qué consejo le daría a las futuras mamás?
Que guarden su esencia, hay momentos en los que uno siente que ya no puede más, pero siempre se puede, las que quieren ser mamás, que sueñen con ser mamás, es difícil y es duro, pero cualquier profesión es dura cuando uno está construyendo, yo no cambio por nada el abrazo que me dan mis hijos todas las mañanas, el “te amo mamá”, cuando mi hija me dice que me necesita, saber que alguien dependen de ti cien por ciento, eso es amor, ser mamá es la mejor experiencia, no me arrepiento de serlo, es de las cosas más lindas que he construido y de lo que me siento más orgullosa en mi vida, mis hijos son mi mayor orgullo.
¿Cómo define a sus hijos?
Alisson, es amor, ternura, fue mi primer contacto con el amor de mamá, Miguel es mi Ángel.
¿Qué le diría a su mamá?
Cuando mi hija nació yo le pedí perdón a mi mamá, cuando los hijos vamos creciendo desconocemos lo que nuestras mamás sienten, hasta que somos mamás, en ese momento que mi hija nació lloré de felicidad, pero sentí que volvieron las imágenes de mi madre cuando cuidó de mí, hasta que me dejó en plena adolescencia, en el Comando Aéreo de Transporte Militar -CATAM, llena de ilusiones y sueños, ella por dentro estaba feliz de verme cumplir un sueño, pero al mismo tiempo triste porque sabía que yo no iba a volver a la casa, me decía que a medida que el C-130 Hércules se iba alejando, sentía que se iba un pedazo de su corazón, mi mamá es mi estrella, la que alumbra mi camino y me da fuerzas, es hermosa, tierna, luz, le diría que la amo.
Fuente: prensa – Fuerza Aérea Colombiana