Por este individuo, quien contaba con más de 14 años de historial criminal, pesaban órdenes de captura vigentes por los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado, fabricación tráfico y porte o tenencia de armas de fuego. Era señalado además de acciones de reclutamiento forzado de menores de edad.
En desarrollo de acciones ofensivas para proteger a la población civil, enmarcadas dentro del Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho, las Fuerzas Militares con inteligencia de la Policía Nacional, propinaron un duro golpe al mando y control de unas estructuras del denominado Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc.
En la vereda La Concha, zona rural del municipio de Yondó, Antioquia, tropas del Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial y la Policía, ubicaron el lugar en donde se escondía alias Pedro o Alfredo Jiménez, cabecilla de la Estructura 37 y coordinador de las estructuras 4, 24 y 36 con injerencia violenta en la región. Allí, el señalado criminal, huía del despliegue operacional que se realizaba en su contra tras varias denuncias por homicidios selectivos, extorsión, reclutamiento forzado y narcotráfico.
Tras un combate se produjo su muerte en desarrollo de operaciones militares. El resto de integrantes de su seguridad huyeron del lugar y a esta hora son buscados por las tropas que permanecen en el área.
La información suministrada a la línea gratuita nacional 107 contra el terrorismo, facilitó las acciones tendientes a neutralizar las amenazas de este sujeto.
En el hecho fue capturado un sujeto y se incautó un fusil Tavor calibre 5.56mm (el cual era usado por este cabecilla) una pistola, un revólver, un arma traumática, munición de diferentes calibres, material de intendencia, equipos de comunicaciones, un iPad, memorias usb y un computador portátil. El detenido y estos elementos fueron puestos a disposición de las autoridades competentes.
Por alias Pedro o Alfredo Jiménez, las autoridades ofrecían una recompensa de hasta 116 millones de pesos, y estaba señalado de varias acciones criminales en contra de la población civil y la Fuerza Pública.
En septiembre de 2019, participó en la acción terrorista mediante el lanzamiento de un artefacto explosivo contra la subestación de Policía del corregimiento Las Mercedes, en Sardinata, Norte de Santander, que dejó más de 16 heridos entre uniformados y habitantes de la población. De igual manera, en noviembre de 2021 ordenó el secuestro de siete personas en zona rural del municipio de El Tarra. Un año después, en diciembre de 2022 secuestró a cuatro habitantes del municipio de Santa Rosa del Sur, Bolívar.
En el 2023, lideró el secuestro de un soldado del Batallón de Selva No.48 del Ejército Nacional en Santa Rosa del Sur, en enero. Posteriormente, en el mismo municipio, en el mes de marzo, se conoció que ingresó con varios de sus hombres armados, a escuelas y centros educativos rurales para realizar actividades de adoctrinamiento a menores de edad.
A finales de ese mismo mes, varios alcaldes de la región del Magdalena Medio, durante un consejo de seguridad, le manifestaron al Ministro de Defensa Iván Velásquez, que venían siendo objeto de amenazas y presiones por parte de este criminal para el pago de extorsiones a cambio de no atentar contra sus vidas.
Alias Pedro o Alfredo Jiménez, se unió en 2009 al Frente 1 de las extintas Farc. En 2016 pese a los diálogos de paz decidió no participar y continuar con su actividad criminal. Dos años después fue enviado a Norte de Santander para conformar la estructura 33 de las disidencias. En 2019 asumió como cabecilla de ese grupo y en 2022 llega al departamento de Bolívar con el fin de restructurar el autodenominado Bloque Magdalena Medio. Este año había sido nombrado cabecilla de la estructura 37 y coordinador de las estructuras 4, 24 y 36.
Según información de inteligencia recolectada y aportada por la Policía, alias Pedro o Alfredo Jiménez, fue designado para consolidar las disidencias en esa zona del Magdalena Medio y generar así las confrontaciones contra el Clan del Golfo en el sur de Bolívar y nordeste antioqueño.
Con este importante resultado, las Fuerzas Militares afectan de manera significativa las redes logísticas y criminales de las disidencias de las Farc que delinquen en esa zona del sur de Bolívar, Santander y el departamento de Antioquia.
De igual manera, las Fuerzas Militares contrarrestan las intenciones criminales de las disidencias de expandir el control ilegal del territorio y consolidar un corredor estratégico en los departamentos de Antioquia, Norte de Santander, Bolívar y Cesar y de sus actividades de narcotráfico, protegiendo a la población civil de extorsiones, secuestros y constreñimientos.
En la zona donde se produjo el hecho continúa el despliegue operacional de las tropas con el objetivo de continuar debilitando a este grupo ilegal y de esta manera contribuir al desarrollo social y económico de la región.