Su Fuerza Aeroespacial Colombiana, en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, se permite conmemorar y rendir un merecido homenaje al señor Capitán Raúl Octavio Castañeda Cárdenas (Q.E.P.D.), piloto militar de la aeronave AC-47 Fantasma, quien fue desaparecido, torturado y asesinado por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en un paraje rural del municipio de Guaduas - Cundinamarca; mientras se trasladaba a cumplir con un acto del servicio de Bogotá a Puerto Salgar, el 14 de mayo de 1991. Su memoria permanece viva en los corazones de su familia, amigos, compañeros e Institución.
Carta de la esposa del señor Capitán Raúl Octavio Castañeda Cárdenas (QEPD)
Amado esposo:
Hoy cumplo 62 años, mi corazón palpita y siente cada vez y con mayor intensidad, tu ausencia. La insoportable falta de tu persona: Tus ojos amorosos, tu risa loca, tu permanente alegría, esos abrazos y besos, esas conversaciones tan enriquecedoras y agradables. Tu ternura, cuidados, detalles y caballerosidad.
Soñaba con envejecer a tu lado y que camináramos de la mano, unidos por el amor, hasta el final, La realidad es que me estoy haciendo viejita y cada día te extraño más.
Gordito:
Puedes estar seguro que tu recuerdo permanece vivo en cada uno de nosotros. Tu esposa: Lidia Ibeth y tus hijos: Raúl Alejandro y Marcela Ibeth.
Como también en toda tu familia, amigos y compañeros. Pero especialmente en Colombia tu amadísima Patria.
Cómo nos desconsuela y aflige, cada uno de esos actos de horror, de los que fuiste víctima a manos de las FARC. Y por los cuáles nos convirtieron en víctimas a todos nosotros. Cómo nos mortifica la injusticia presente aún en este 2023. Por tu desaparición forzada, tortura y homicidio ocurrido en mayo de 1991. En el municipio de Guaduas-Cundinamarca. Momento en el cuál, confluyeron en tu humanidad, los peores delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra.
Por estas razones nuestras vidas han sufrido etapas muy difíciles. Que hemos podido superar con fortaleza y la ayuda de Dios. Para continuar adelante y con valentía, cada uno de nuestros proyectos de vida, en honor a ti.
Amorcito. Seguiremos luchando por tu justicia y la nuestra. Debes estar seguro, que jamás nos daremos por vencidos.
Este es un homenaje desde el fondo de mi corazón, a nuestro amor eterno. Quien te piensa en cada instante y con el paso de los años, te extraña más.
Todo mi reconocimiento y admiración a ti, mi amado Raúl Octavio.
La esperanza se hace dueña de nuestra vida. Para ti y por ti.
Tu esposa:
Lidia Ibeth Florián Cortés. Viuda de Castañeda.
Autor: Sección Estratégica Análisis, Contexto y Posconflicto